El propósito final de la Iglesia Cristiana es el de glorificar a Jesucristo, ésta también cumple dos propósitos específicos relacionados con el plan de Dios para la tierra, como el evangelismo de los no creyentes y la edificación de los miembros de la iglesia.
Según algunos seguidores, la edificación de esta iglesia es también conocida como la novia de Cristo, y templo viviente del Dios verdadero, consideran a su iglesia no un edificio, ni un lugar de reunión, ni una organización, ni una denominación, sino su iglesia es la totalidad de todos los creyentes en Cristo, sin importar la denominación, ni el lugar de reunión. El cuerpo entero de los creyentes es la iglesia, y como tal, la iglesia es la morada de Dios.
La iglesia está formada por aquellos que han sido redimidos por Cristo, quien murió en la cruz y resucitó. Están justificados por la fe solamente en Cristo. No son salvados por falsos maestros, ni por evangelios riesgosos, tampoco por sus obras, ni por un edificio, no por un ritual religioso; son salvados por gracia a través de la fe en Jesucristo.
Esta religión reconoce siete ordenanzas bíblicas, estas son símbolos terrenales, mandados directamente por la Biblia, que nos recuerdan los principios celestiales: El bautismo con agua, la santa cena, el sufrimiento y muerte de Cristo, son la base de nuestra salvación; el lavamiento de los pies es una ordenanza de Jesús que se instituyó inmediatamente después de la última cena de la pascua; el velo de la mujer cristiana,
El matrimonio es también una ordenanza con mucha significación espiritual.