Chiapas cuenta con “suficiencia hídrica alta”, el agua es tan abundante que representa el 45 % del recurso en el país, posee la mayor disponibilidad de aguas superficiales en sus 90 subcuencas hidrográficas y es una de las 10 regiones del mundo con mayor reserva subterránea; sin embargo, menos de la mitad de la población puede abastecerse del preciado líquido.
Solo quedan recuerdos
Doña Rosaura López recuerda que cuando tenía 20 años, el río que atraviesa Berriozábal tenía varias pozas que usaban para bañarse, lavar la ropa o descansar; “había hasta pinos y unas pozonas; viernes y sábados toda la orilla estaba llena de familias que bajábamos a bañarnos”.
El río no solo era un lugar de esparcimiento social, también era fuente de vida, “no había tubería todavía, aquí bajábamos a traer el agua para la comida, para colorear el hilo de ixtle, el que tomábamos diario, lo poníamos en unos baldes y lo subíamos a nuestras casas en una carretona o cargando”.
Si bien en la “ciudad de las hamacas” esta situación es antaña en la cabecera municipal, es una práctica común en las comunidades alejadas. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) tiene registrado que menos del 50 % de la población en Chiapas puede abastecerse de agua debido al alto costo de llevar el líquido.
Situación puntual en las zonas Sierra y Altos, donde se asientan las comunidades de mayor pobreza, presentándose alta dispersión de las localidades, escasas fuentes de suministro, obsolescencia de la infraestructura por vida útil y falta de infraestructura para ampliar el servicio.
Berriozábal, al igual que muchos municipios de la entidad, está sufriendo un crecimiento poblacional acelerado, lo que supone un reto a las autoridades, quienes deben de planificar la distribución adecuada de los servicios.
Doña Rosaura desea omitir el nombre del presidente que tomó la decisión de crear, pero mandar todo el sistema de drenaje directamente hacia el brazo del arroyo perteneciente a la cuenca del Alto Grijalva, aunque lo apoda el “destructor del pueblo y la cultura”, pues entre otras cuestiones, en la elaboración de hamacas, cambió el hilo de maguey por el de plástico.
Contaminación del agua
La Comisión Nacional del Agua en Chiapas tiene identificados 135 puntos de descargas de aguas negras, mismos que afectan el 79 % de ríos y arroyos pertenecientes a la entidad, donde se ven involucrados cerca de 82 municipios.
La Conagua resalta que en todos los ríos del estado existe algún grado de contaminación.
De acuerdo al Instituto Estatal del Agua, en su “Plan Hídrico para Chiapas”, los puntos más importantes a tener en cuenta sobre la contaminación del agua del estado, es que los contaminantes constituyen la principal causa de degradación de la calidad del agua.
Esta se genera por falta de gestión y tratamientos adecuados de los residuos humanos, industriales y agrícolas; también subrayan que “el crecimiento de la población, la urbanización y la producción industrial están afectando los mantos acuíferos”.
Como chiapanecos, producimos alrededor de dos mil 500 toneladas diarias de desechos sólidos y 16 millones de metros cúbicos, al día, de agua residual no tratada.
Aunado a esto, los efectos del cambio climático también suponen un riesgo debido a los periodos prolongados de inundaciones y sequías, se le agregan los incendios forestales y la clasificación de “estado altamente vulnerable a fenómenos hidrometeorológicos”.
Solo nueve municipios tratan las aguas negras o una parte de ellas, por lo que cerca del 30 % de la población se encuentra en peligro de padecer infecciones gastroentéricas debido a la mala calidad de esta.
Afectaciones a la salud
El director de Cántaro Azul, Fermín Reygadas, detalló que a través de un análisis de más de 27 mil dictámenes de calidad del agua entubada que llega a las escuelas de nivel básico, revisado por el Inventario Nacional de Calidad del Agua y la Red Mexicana de Acción por el Agua y su asociación, detectaron que al menos el 60 % del agua, a nivel nacional, está contaminada de arsénico.
“Se detectó que el agua que se está distribuyendo contiene niveles altos de contaminantes que afectan el desarrollo cognitivo de los menores y que incrementan el riesgo de cáncer”.
Si bien los estudios no resaltan a Chiapas con altos niveles de concentración de arsénico ni fluoruros en el agua entubada, sí ocupa el primer lugar con el agua más contaminada por la bacteria e.coli, causante del cólera.
“No hay buenos mecanismos de desinfección y de potabilización antes de distribuir el agua en la tubería, hay una contaminación muy directa con estas fuentes y la potabilización es muy básica, si acaso, se logra la cloración, pero hay patógenos que son muy resistentes al cloro”.
De acuerdo con datos de Cántaro Azul, asociación que realiza trabajos comunitarios en Chiapas, en el a´mbito rural solo el 42.6 % de las escuelas (el 30.8 % en Chiapas) cuenta con agua todos los días con excusado exclusivo y conexión a red de drenaje o fosa séptica.
Tan solo el 14 % de las escuelas indi´genas multigrado y comunitarias cuenta con algu´n medio para asegurar a nin~as y nin~os el acceso a agua para consumo humano.
Esta falta de agua segura y de ambientes saludables provoca enfermedades gastrointestinales, las cuales son una de las primeras causas de muerte en menores de cinco años, responsables del 50 % de la malnutrición infantil y un incentivo al alto consumo de bebidas azucaradas, mismas que generan sobrepeso, obesidad y diabetes.
A pesar de evidenciar el riesgo que representa la contaminación del vital líquido, las autoridades no han actuado para contrarrestar el peligro que enfrenta la población.
“La respuesta que obtuvimos es muy limitada, o sea, en algunos casos nada más nos expresaron que estaban teniendo algunas acciones de coordinación entre instituciones, pero en realidad no vimos ninguna acción ni para transparentar la información y para cambiar las políticas públicas o las inversiones en mejorar esto en la calidad del agua”, subrayó.
Cambio de suelo
Es de destacar el estudio “Evaluación de la Calidad del Agua y de la Ribera en la Cuenca del Río Margaritas, Chiapas”, publicado en junio del 2022 en la Revista Internacional de contaminación Ambiental, realizada por investigadores de universidades chiapanecas y de Jalisco.
En él determinan que la cuenca está afectada principalmente por el cambio de uso de suelo y aumento de actividades agrícolas y ganaderas, provocando una disminución en la calidad de las riberas y fragmentación de la vegetación, situación “muy similar a lo que sucede en otras cuencas de la zona y demás cuencas costeras de la vertiente del Pacífico mexicano”.
Los investigadores explican que la disminución de la condición ecológica “aporta mayor entrada de nutrientes y contaminantes al río”, lo que disminuye la calidad del agua, mientras que la ganadería afecta el balance de los sedimentos y la regeneración natural de las especies de plantas provocando destrucción del hábitat.
Repercusiones económicas
De acuerdo al investigador del Colegio de la Frontera Sur, Cristian Tovilla Hernández, existe un manejo inadecuado de las cuencas y una rectificación de los cauces, lo que ha generado una degradación no solo en la estructura sino en la ecología de los ríos del litoral de Chiapas.
El miembro del laboratorio de Ecología y Manejo Integral de Sistemas Costeros, detalla que la red hidrológica de la costa de Chiapas está constituida por 20 ríos juveniles y más de 30 arroyos con una longitud que puede ir de los 70 a los 120 kilómetros.
Tovilla Hernández muestra su preocupación al explicar que por la dinámica de explotación incentivada desde los años 40 y 50 y el modelo de desarrollo actual, se promueve una “conversión de los paisajes naturales”; tan solo en los últimos 25 años, los afluentes se han canalizado desecando humedales y destinando el agua para monocultivos, lo cual está generando un grave deterioro regional.
“La canalización de los ríos ha provocado en los últimos 40 años una reducción en el área de pesca entre 30 a 70 %; por consiguiente, la pesquería se ha reducido hasta en un 75 %; además que muchas áreas de manglares pantanos se perdieron”.
Se vislumbra solución
La Secretaría de Protección Civil de Chiapas anunció a mediados del año pasado la creación de la Comisión Estatal para la Prevención y Resiliencia, como un órgano colegiado interinstitucional que tendrá por objeto normar, formular, establecer, desarrollar y ejecutar las estrategias, acciones y medidas de prevención necesarias para reducir los riesgos relacionados con los recursos hídricos de la entidad.
Se destaca que “no representará un gasto más en el erario, y que se actuará con eficacia y eficiencia de manera interinstitucional, tal como lo ha convocado el mandatario estatal”.
Como parte de los trabajos de la comisión, se realizará y actualizará el inventario de las aguas estatales, e identificarán los riesgos existentes en cada uno de los mantos acuíferos.
Además de elaborar y actualizar los mapas de riesgos relacionados con el agua (inundaciones, sequías, desabasto, entre otros), para determinar las estrategias, acciones y medidas de prevención que deban implementarse.
Ante estos hechos, sobresalen los trabajos comunitarios que emprenden asociaciones civiles, quienes implementan estrategias participativas y didácticas para fomentar el consumo sostenible de agua segura, así como prácticas adecuadas de higiene desde un enfoque intercultural y con perspectiva de género.82 % del agua en Chiapas es utilizada para la producción agrícola; al menos el 60 % se desperdicia16 % del agua en la entidad es para el abastecimiento público2 % de este vital liquido es empleado por industrias