La niñez migrante se encuentra al alza de acuerdo con las cifras gubernamentales. La especialista del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach-IIJ), Elisa García López, resaltó que dentro del ámbito migratorio el tema de las infancias es el más complejo, pues “son extraordinariamente vulnerables”, sin embargo existen marcos jurídicos que protegen su integridad.
La especialista detalla que el marco jurídico se armonizó en 2020, aunque la reforma y la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes se consolidó en 2021, la cual contempló a la niñez migrante; su importancia fue tal, que “la Unicef alabó las bondades de esa reforma”.
La armonización alcanzó a Ley de Migración, que priorizó la condición migratoria sobre la niñez: “(…) algo muy positivo de esta reforma es que por fin prohibió la detención de los niños migrantes dentro de las estaciones migratorias, donde de hecho había módulos especiales de atención de niños en las estaciones migratorias, espacios que aunque estuvieran bien atendidos no eran los adecuados para mantener a un niño detenido durante meses”.
De acuerdo con el titular de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), de los 112 mil 960 solicitantes registrados en lo que va de este 2023, las niñas, niños y adolescentes (NNA) acompañados representan el 22.65 % de los solicitantes de la condición de refugiados, mientras que el .91 % del total está no acompañado.
La especialista de la Unach externa su preocupación por las infancias, pues a pesar de estas leyes persisten retos en la implementación, “además que el trayecto migratorio en este país es cada vez más peligroso, y las rutas son cada vez más peligrosas; eso sí, es un negocio altísimamente lucrativo para la delincuencia organizada, lo cual lo se vuelve absolutamente peligroso para aquellos colectivos vulnerables como los niños”.
García López acota que las infancias “son personas que están desarrollándose y todavía no tienen las fuerzas psicológicas y físicas que tenemos los adultos, y si para un adulto es algo extraordinariamente dramático y retador, imaginen para un niño”.
Agregó que a pesar de estas reformas se han presentado muchos retos, siendo el reto principal que “se siguen devolviendo o retornando a una gran cantidad de niños, sin analizar realmente el interés superior del menor”, concluyó.