“La Pila” de Chiapa de Corzo recobrará su antigua vida

Con la remodelación que se le está haciendo actualmente a La Pila, monumento situado en el Parque Central de Chiapa de Corzo, se estima que recobrará sus funciones y medidas originales con las que fue construida desde el siglo XVI, como sus antiguos abrevaderos y el sistema hidroeléctrico interno.

Se hizo público en días pasados que debido a esta remodelación, La Pila estaba en peligro de deterioro o destrucción en algunas de sus partes; sin embargo, mediante estos trabajos se ha logrado rescatar escalinatas, bases y el resto de los cuerpos de los abrevaderos ubicados en la periferia del monumento.

Elementos que habían quedado por debajo del suelo de la plaza central, esto, debido al aumento del nivel del piso en remodelaciones pasadas, incluso dentro de la Corona misma se habían realizado aumentos en el piso, enterrando el original con el que fue creada en 1562.

“Se comenzó a notar el bajo nivel de altura que tenían los abrevaderos, apenas unos diez centímetros por arriba del suelo. Al comenzar la remodelación fuimos encontrando su altura original, desenterramos unos 75 centímetros más, aproximadamente”, señaló Fredy Julián Corzo Espinosa, arquitecto encargado de la remodelación, adscrito al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

En la periferia de La Corona se hallan cuatro abrevaderos, los cuales fueron creados para que tanto personas, como animales de carga se acercaran a beber agua.

Pero al paso de cientos de años, los grandes recipientes de agua fueron enterrados por el avance de la modernidad, ya que comenzaron a aumentar el nivel del piso de los alrededores de La Pila, quedando solamente 10 centímetros por encima del suelo, de los casi cien que tenía originalmente.

Con esta obra de rescate, la cual se espera finalice este mismo año, se ha logrado desenterrar gran parte del cuerpo de los cuatro abrevaderos, donde en tiempos de la Colonia decenas de personas recogían agua y algunos caballos se hincaban a beber el vital líquido.

Piso interno y sistema hidroeléctrico

“Cuando los españoles se instalan en Chiapa de Corzo, construyen una fuente sobre un manantial que ya existía en el lugar, que es la fuente de la actual Corona, con el objetivo de surtir agua hacia diferentes lugares, principalmente al Convento de Santo Domingo”, informó Hugo Gerardo Mendiguchía, supervisor de la obra.

Debido a que el monumento de La Corona fue creado para distribuir agua a diferentes sitios, la fuente dentro de ella también contaba con un sistema propio de distribución, el cual se fue deteriorando al paso del tiempo, ya que al modificar el piso de La Pila se fueron obstruyendo los canales de barro internos.

La dinámica del pequeño sistema consistía en acumular agua dentro del recipiente de la fuente, y una vez que ésta llegaba a cierto nivel se filtraba a unos tubos de barro, luego descendía a unos pequeños canales sobre el piso interno de La Pila.

Saliendo por medio de la boca de unos rostros humanos en miniatura, que aún conserva el monumento, y bajando en forma de chorro sobre los abrevaderos de La Pila.

El sistema anteriormente descrito se perdió por años, debido a las remodelaciones hechas al paso del tiempo al monumento histórico, las cuales fueron azolvando los pequeños tubos y canales del lugar.

Ahora, con estos trabajos de restauración, el piso de la periferia de La Pila y el suelo interno se han recuperado, contribuyendo a la apertura del funcionamiento el antiguo sistema hidroeléctrico.

Objetivo principal

La esencia de la restauración es evitar el deterioro de las partes de La Corona que se encontraban debajo del suelo, ya que al estar enterrados absorbían demasiada humedad. “Es como el efecto de la galleta que hundes dentro de una taza de café, pues algo así estaba pasando con La Pila”, agregó Corzo Espinosa.

El arquitecto agregó que al estar enterrado parte del cuerpo del monumento, éste absorbía el agua que recibía el suelo en las diferentes lluvias, humedad que comenzaría a expandirse por gran parte de La Pila, deteriorándola por completo.

Por ahora, se han recubierto algunas zonas con un material llamado “de sacrificio”, que protegerán del agua y la humedad a las piezas originales recién desenterradas; por ello, las escalinatas y el piso interno de La Corona tendrán un color un tanto diferente al original.