La Revolución en Chiapas
Parque de la Revolución, 1932. Cortesía

En entrevista con el cronista de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, José Luis Castro Aguilar, esclareció puntos nublados por el tiempo: lo que motivó principalmente a que Chiapas se levantara en armas en 1911, un año después de que estallara la Revolución Mexicana en el centro y resto del país, fue que los hacendados, terratenientes y comerciantes ricos sancristobalenses, vieron en este movimiento el último recurso para hacer justicia a sus reclamos políticos.

Demandaban que la residencia de los poderes del estado de Chiapas regresara a San Cristóbal de Las Casas y por ello se alzaron en armas contra lo que llamaron el “antiguo cacicazgo político de Emilio Rabasa y Víctor Manuel Castillo”, y se declararon “antirreleccionistas”. Sin embargo, en 1912 intervino la Federación y se restableció el orden centralista, por lo que la camarilla de políticos tuxtlecos se confirmó en el poder.

Circunstancias en que los carrancistas entraron a Tuxtla

Chiapas no participó en la Revolución Maderista de 1910, de hecho se mantuvo a la expectativa hasta 1914; esto porque el general Porfirio Díaz renunció a la Presidencia de la República en 1911, y a él le siguió en Chiapas el gobernador porfirista Ramón Rabasa.

El lunes 14 de septiembre de 1914, los carrancistas, comandados por Jesús Agustín Castro, entraron a Tuxtla Gutiérrez. Inmediatamente después de ingresar a la ciudad, la brigada de la División Veintiuno, integrada por mil 200 oficiales y soldados, se hizo cargo de los tres Poderes del Estado y de la comandancia militar.

Primeras réplicas del triunfo revolucionario en Chiapas

Jesús Agustín Castro dio a conocer en un discurso breve los principios de la Revolución Mexicana, los cuales afectaban directamente los intereses de la Iglesia, los hacendados, terratenientes y comerciantes ricos.

Posteriormente, los constitucionalistas confiscaron las propiedades del clero, promulgaron la Ley de Obreros que abolieron la servidumbre, las tiendas de raya, el derecho de pernada de los hacendados, se estableció la jornada máxima de trabajo y el salario mínimo; se impulsó la devolución de las tierras a los campesinos y se autorizó el divorcio.

La reacción de las familias chiapanecas

Ante estos hechos, los hacendados, terratenientes y comerciantes ricos se levantaron en armas el miércoles 2 de diciembre de 1914, mediante el Acta de Canguí bajo el mando del coronel Tiburcio Fernández Ruiz.

Partieron de la premisa de que Chiapas estaba bajo la ocupación carrancista, que las medidas que había tomado eran arbitrarias, en relación a la Ley de Obreros y que la entidad debía ser gobernada por chiapanecos.

Mapachistas

Este movimiento armado en respuesta a la entrada carrancista fue mejor conocido como “La Revolución Mapachista” y duró seis años: del 2 de diciembre de 1914 al 18 de mayo de 1920.

Tuxtla, ciudad clave en la Revolución Mexicana en Chiapas

La importancia histórica de las batallas de Tuxtla radica en que la Plaza fue defendida por el propio gobernador, coronel Pablo Villanueva, pero también en que fue defendida con el costo de muchas vidas.

La presencia de los revolucionarios norteños fue de suma importancia para la Revolución Mexicana en Chiapas; en particular para Tuxtla Gutiérrez que fue defendida heroicamente en dos ocasiones por el gobernador Pablo Villanueva San Miguel. Él y sus elementos los vencieron en las batallas del 5 de junio y 29 de julio de 1917, después de intensos tiroteos entre carrancistas y mapachistas.

El municipio estaba resguardado en seis puntos estratégicos: El Palacio de Gobierno del Estado, el Cuartel General, el cerrito denominado “La Lomita”, los caminos a Villaflores, a Chiapa de Corzo y a San Fernando. Los defensores de la plaza habían construido algunas trincheras de costales de tierra y adobes en puntos clave y en los principales accesos a la ciudad.

Importancia de la Plaza Central

Para los contrarrevolucionarios mapachistas, la toma de la plaza de Tuxtla simbolizaba la toma de la capital chiapaneca y, por lo tanto, el dominio de todo el estado. Por eso, durante dos ocasiones, 5 de junio y 29 de julio de 1917, trataron de tomarla por medio de la fuerza de las armas, fracasando en ambos intentos.

Diversidad de intereses se hicieron patentes

A los constitucionalistas se les oponían en Tuxtla los porfiristas, los rabasistas, los mapachistas, los pinedistas y los zapatistas. Sin embargo, los dos grupos que se oponían con mayor antagonismo respecto uno del otro, eran los carrancistas y los mapachistas.

Los primeros por cambiar el modelo social vigente, que era base de la explotación de los trabajadores y los mapachistas para que siguiera vigente la estructura económico-social que hasta antes de la llegada de los carrancistas, en 1914 tenían, mismo que habían heredado de sus ancestros.

Por tal motivo, dos grandes facciones compuestas por mapachistas y pinedistas manifestaron su inconformidad a través de las armas. Lo que ellos deseaban era recuperar el poder político para seguirlo ejerciendo en beneficio de la “familia” chiapaneca.

Sin Revolución real en Tuxtla

En esta parte, el cronista de la ciudad declaró que en el fondo no hubo ninguna revolución social en Chiapas, pues no había conciencia de clase entre la población urbana ni campesina: los mismos trabajadores, mozos y campesinos pobres, por necesidad económica, se sumaron a la causa de sus patrones.

Triunfo del Constitucionalismo en Tuxtla

Los constitucionalistas se alzaron en los triunfos de 1917, pero éstos no fueron definitivos: ganaron muchas batallas, pero finalmente perdieron la guerra; los contrarrevolucionarios sí se alzaron con el triunfo definitivo cuando los constitucionalistas abandonaron la plaza para ir a defender a don Venustiano Carranza.

El triunfo de la Revolución Mexicana en Chiapas era decisivo en Tuxtla Gutiérrez, capital del estado; pues una vez que cayera la ciudad capital, todas las demás poblaciones caerían poco a poco.

El vacío de poder político y militar que hubo el 18 de mayo de 1920, cuando los carrancistas abandonaron la plaza de la capital del estado, después de seis años de lucha armada, fue cubierto pacíficamente por las fuerzas contrarrevolucionarias del mapachismo. El control de la capital significó el control de todo el estado. Un golpe de suerte les dio el triunfo a los mapachistas.

El primer gobernador contrarrevolucionario

La reconstrucción estatal de la economía, política y sociedad se dio sin ningún cambio de la antigua estructura económica de Chiapas. Tras el licenciamiento de las fuerzas rebeldes, se alcanzó la paz y el orden, y por ende la estabilidad social de Chiapas.

En 1920, con el triunfo en las elecciones para gobernador de Tiburcio Fernández Ruiz, comandante general de la División Libre de Chiapas y jefe del mapachismo, la familia chiapaneca recuperó nuevamente el poder político en el estado.

El 1 de febrero de 1921, el general Tiburcio Fernández Ruiz, gobernador constitucional, promulga la Constitución Política del Estado de Chiapas, producto de la contrarrevolución.

Pablo Villanueva, héroe ignorado

El coronel de infantería constitucionalista Pablo Villanueva San Miguel -héroe de las gestas del 5 de junio y 29 de julio de 1917 en Tuxtla Gutiérrez-, sigue siendo ignorado tanto en la Historia de la Revolución Mexicana como en la Historia de la Revolución en Chiapas.