José Antonio de Fuentes Vicente, investigador del Instituto de Ciencias Biológicas de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), informó sobre el registro de la enfermedad de chagas en lugares de Chiapas “donde era casi imposible”.
“Hicimos una investigación para ver la presencia del parásito en murciélagos de El Zapotal, cerca del ZooMAT (Zoológico Miguel Álvarez del Toro), y hallamos un alto porcentaje, es decir, 20 por ciento de infección en un total de 120 murciélagos que capturamos”, detalló.
El también académico de la Unicach especificó que Tuxtla Gutiérrez, Ocozocoautla, Berriozábal, Copainalá y Amatenango de la Frontera son algunos de los municipios con registro de presencia del padecimiento.
Incluso la cifra real de personas con este diagnóstico supera la cifra oficial de siete millones en todo el mundo, explicó, ya que se carece de campañas de control y detección más efectivas.
De esa cifra, al menos un millón 100 mil se encuentran en México, “la mayoría del sureste”. Por ello se han hecho estudios en diferentes zonas del estado para detectar la presencia del insecto que transmite el mal: la chinche besucona.
Parásito
La enfermedad de chagas es una infección ocasionada por un parásito, el cual se transmite por el citado insecto que se alimenta de sangre y defeca casi de forma instantánea en el área donde picó.
Es común que estos insectos vivan o se reproduzcan en zonas muy marginadas o pobres, sobre todo en casas de adobe, madera o palma, y se esconden en agujeros o grietas.
“La picadura no se siente, pero sí se genera una comezón muy llamativa; entonces la gente se rasca en la zona donde le picó y es como ese parásito puede ingresar al cuerpo”, indicó.
Una vez que eso sucede, este se multiplica y comienza a rondar por todo el sistema circulatorio; “en estos casos, ocho de cada 10 personas no tienen síntomas, y los que sí, sienten dolor de cabeza, vómito y otros que no son tan específicos”.
A los tres meses, el parásito deja de circular en la sangre y se dirige a los órganos, pero ataca principalmente el corazón, hasta que pueda provocar la muerte en la persona.
Prevención
En caso de detectar una chinche besucona, recomendó meterlas en tubos de plástico, con el apoyo de una pinza o palitos, “nunca con la mano, y avisar a los centros de salud más cercanos”.