La venta de musgo y heno es ilegal, pero cubre necesidades

La venta de musgo y heno en la entidad está considerada como ilegal, sin embargo, también sirve para cubrir algunas necesidades de poblaciones específicas de tipo económico, principalmente de la zona Norte y Altos.

A pesar de la prohibición de la venta de estos productos, cada año es común encontrarlos en los mercados tradicionales de Tuxtla Gutiérrez.

Representan también un elemento esencial en la elaboración de los nacimientos tradicionales en Chiapas y México, por lo que también están ligados a una tradición mestiza.

Prohibición

De acuerdo con las autoridades ambientales federales, existe en México cerca de mil 500 especies y su aprovechamiento está reglamentado por la NOM-011-SEMARNAT-1996.

Estas plantas son de enorme importancia en el ciclo del agua, porque almacenan este recurso y previenen la erosión. Los musgos son organismos de ambientes muy variados, desde las altas montañas hasta el nivel del mar, en selvas húmedas y también en zonas áridas, pero frecuentemente se encuentran en los microclimas más húmedos de estos ambientes porque requieren del agua para su reproducción.

La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) documenta que en el mundo se tiene un registro de 19 mil 900 especies de musgo, de las cuales mil 480 existen en México.

Estas reúnen una importancia científica por ser de los primeros organismos vegetales que ocuparon el ambiente terrestre. El nombre de la clasificación Bryophyta a la que pertenecen, proviene del griego “brion” (musgo) y del latín “phyton” que significa planta; además forman parte del segundo grupo más relevante de plantas verdes.

Tradicionalmente, durante la época navideña, estos y otros organismos vegetales son extraídos de bosques y selvas para su comercialización en mercados y tianguis del país, con el fin de adornar pesebres, arreglos florales y canastas de regalo.

Sin embargo, la recuperación de las poblaciones de musgos no corre al ritmo de la extracción, porque además algunos son utilizados por sus propiedades medicinales, lo cual ha causado un alto impacto tanto para las poblaciones de musgos como para las comunidades donde viven.

Las ventas

Luis “N”, vendedor de musgo y heno en la temporada de fin de año, dio a conocer que esta actividad representa una oportunidad de ingresos para su familia, aunque ahora las ventas están bajas en comparación con años anteriores a la pandemia.

Aclaró que él no extrae este material orgánico, pero existen familias que se dedican exclusivamente a ello, las cuales al ser de comunidades indígenas y de zonas marginadas, esto representa para ellas una de las pocas ganancias que obtienen.

“En mi caso, el heno me lo entregan familias que son originarias de Nachig, del municipio de Zinacantán, y también el musgo es de este lugar y de algunas comunidades de Pueblo Nuevo”, comentó.

Dijo que las mismas familias reconocen que tanto el musgo como el heno han disminuido considerablemente en estos lugares.

“Con el paso del tiempo también ha bajado la cantidad. Existen ciertas prohibiciones, pero los habitantes de estas comunidades las desconocen o se arriesgan, porque con ello llevan la comida a casa”, insistió.

La docente e investigadora de la Licenciatura en Biología de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), Ana Guadalupe Rocha, comentó que en el Estado de México se han realizado estudios que señalan que los espacios donde se extrae se pueden repoblar, aunque no con las mismas especies, lo que evidentemente impacta al ecosistema.

Pueden pasar hasta 40 años para que el musgo de la misma especie vuelva a proliferar en el sitio.