Lacandona: el corazón de la biodiversidad

En esta región habita el 33 % de las aves de todo el país. Diego Pérez / CP
En esta región habita el 33 % de las aves de todo el país. Diego Pérez / CP

Ubicada en el estado de Chiapas, la Selva Lacandona es uno de los ecosistemas más ricos y diversos de México y América Latina, su vasta extensión selvática no solo alberga comunidades indígenas y ríos de gran importancia, sino también una extraordinaria variedad de especies animales, destacando al jaguar, la guacamaya roja y más de 300 especies de aves.

A pesar de ser uno de los pulmones verdes de la entidad, este espacio enfrenta amenazas crecientes como la deforestación y la caza ilegal, poniendo en peligro de extinción a diversas especies.

De acuerdo con información de Fundación Carlos Slim, Ecología Verde, México Histórico y México Desconocido, en la región habita cerca del 25 % de los mamíferos, el 33 % de las aves, el 11 % de los reptiles y anfibios, y el 40 % de las mariposas diurnas de todo el país.

En total, concentra más de 70 especies de mamíferos y más de 300 especies de aves, consolidándose como un refugio vital para la biodiversidad.

Entre los animales más representativos sobresale el jaguar (Panthera onca), considerado un símbolo de la salud del ecosistema. Junto a él, el tapir centroamericano (Tapirus bairdii), clave en la dispersión de semillas y actualmente en peligro de extinción, refuerza la importancia ecológica de este hábitat.

Los árboles son hogar del mono saraguato y el mono araña, mientras que en el suelo habitan especies como el pecarí de labios blancos, el tepezcuintle, el oso hormiguero y el armadillo centroamericano.

Otros felinos como el ocelote (Leopardus pardalis) comparten este entorno, donde el cielo brilla con los colores de la guacamaya roja (Ara macao), el quetzal y el tucán pico de iris.

Un hecho destacado fue el reciente avistamiento del águila arpía (Harpia harpyja), tras más de una década de ausencia, un suceso que expertos consideran un hito en materia de conservación.

Reptiles como el cocodrilo moreletti, iguanas y serpientes, así como anfibios como la rana de ojos rojos (Agalychnis callidryas), complementan la riqueza de este ecosistema.

También se han identificado especies únicas, como el vinagrillo (Mastigoproctus lacandonensis), un arácnido endémico descubierto en la región.

Pese a su valor natural, la Selva Lacandona enfrenta graves amenazas: deforestación, caza ilegal y fragmentación del hábitat.

Expertos advierten que la protección de este tesoro es indispensable no solo para preservar el equilibrio ecológico de México, sino también para garantizar que las futuras generaciones puedan seguir descubriendo los secretos de esta joya selvática.