Lacandonia schismática, hito en la historia evolutiva

La Comisión Nacional de Biodiversidad de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conabio-Conanp) resaltó a la flor endémica de Chiapas de nombre científico Lacandonia schismática, la cual denominan que marcó un hito en la historia de la evolución.

La autoridad mencionó que dicha especie representa un conjunto de rarezas en una sola flor, y su hallazgo que data de 1987 significó un antes y un después en la historia de la fauna a nivel internacional.

La Conabio contempla a la Lacandonia schismática entre las flores más raras y enigmáticas del mundo, única por el conjunto de singularidades que reúne y es capaz de generar las más audaces hipótesis y el mayor interés científico.

Caracterizada como una diminuta estrella de aproximadamente cuatro milímetros y cada una de seis tépalos (conjunto de pétalos y cáliz), por tanto, es el descubrimiento más importante del siglo XX en botánica.

Entre sus peculiaridades, destaca su rareza biogeográfica que crece en un área sumamente restringida de hábitat, al desarrollarse en suelos de turberas tropicales, con humedad extrema, sombra, en áreas de inundaciones durante buena parte del año; demográfica por su bajísima variación genética y escasa densidad.

También porque cada flor posee ambos sexos, tanto los órganos femeninos como los masculinos aparecen en el centro, lo que permite sur autofecundación interna con polinización y fertilización dentro del botón floral antes de su apertura; sus flores aparecen entre noviembre y diciembre y se alimenta de materia orgánica en descomposición mediante finas raíces filamentosas asociadas a hongos que facilitan su nutrición, pero que no ha sido posible aislar el hongo para cultivarla in vitro o en invernadero.

Al mismo tiempo, su color blanquecino y transparente es porque carece de clorofila, carece de hojas y es de tallo filamentoso y delgado, crece en ramas de aproximadamente cuatro centímetros de largo que hacen zigzag y contienen hasta 13 florecillas colocadas en espiral. Se le atribuye un ancestro que se distribuía en toda la Selva Lacandona: Triuris brevistilis, el cual sufrió una mutación.

Las autoridades ambientales mencionan que incluso los campesinos de la región la desconocían y en el área del hallazgo se encontraron otras especies que tampoco se sabía que existieran en México. Con el tiempo se le ha visto en Crucero Corozal, El Corozal, Ojo de Agua de San Javier, Laguna Carranza, Laguna Miramar y Río Lacanjá.