Ladrillos sin cumplir normas de seguridad

Ladrillos sin cumplir normas de seguridadPocos ladrillos cumplen con las normas mexicanas de construcción. Diego Pérez / CP

Los ladrillos de barro artesanal, que son un material básico en la construcción de viviendas populares en Tuxtla Gutiérrez, presentan graves deficiencias en su resistencia mecánica y absorción de agua, incumpliendo normas nacionales y poniendo en riesgo la seguridad estructural, especialmente en una zona sísmica.

Un estudio de la Benemérita Universidad Autónoma de Chiapas (Unach) publicada en junio de 2025 en la revista Espacio I+D, evaluó propiedades clave de este material, que es el segundo más utilizado en muros de viviendas de interés social en la capital chiapaneca.

Ingenieros

El equipo de ingenieros, liderado por J. Alejandro Ruiz Sibaja, Jesús Alejandro Cabrera Madrid y Ricardo G. Suárez Gómez de la Facultad de Ingeniería de la Unach, analizó 40 ladrillos de seis proveedores locales.

Las pruebas, realizadas bajo normas NTCM-20 y NMX-C-ONNCCE, incluyeron mediciones geométricas, absorción de agua, peso volumétrico y resistencia a compresión.

Los resultados mostraron que solo uno de seis proveedores cumplió con la altura mínima requerida (50 mm), aunque todos superaron el largo (190 mm) y ancho (100 mm). Además, el 50 % de las muestras excedieron el límite de absorción de agua (23 %), señalando porosidad excesiva.

Hallazgo

La resistencia a compresión fue el hallazgo más alarmante, el promedio fue de 23.41 kg/cm², apenas un tercio del mínimo normativo (70 kg/cm²). Ningún ladrillo alcanzó los 60 kg/cm² requeridos para muros portantes, con déficits de hasta 84.95 %. Lo anterior limita su uso a aplicaciones no estructurales.

Los investigadores atribuyen estas fallas a la falta de estandarización en la producción artesanal, donde hornos de leña y procesos irregulares generan piezas inconsistentes.

El estudio concluye que, pese a ventajas como bajo costo y sostenibilidad, la ausencia de regulación local compromete la seguridad en construcciones. Urge optimizar la compactación de arcilla y establecer controles de calidad para alinear el material con normas nacionales.

El estudio de los ingenieros insta a autoridades y fabricantes a colaborar en protocolos que garanticen edificaciones seguras, aprovechando este patrimonio cultural sin arriesgar vidas.