A pesar de los embates que han ocurrido en la reserva de La Encrucijada con la cacería de especies y la destrucción de algunos hábitats, el lagarto y el caimán son dos especies que han sobrevivido a la actividad humana y han incrementado sus poblaciones gracias a la intervención de las mismas comunidades, así lo muestran los datos de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
Edgar Sarmiento Marina, encargado del Departamento de Monitoreo Biológico en la zona, destacó que en la última década se ha notado un cambio en la población que vive en este espacio protegido, ya que ha entendido la importancia de mantener con vida la fauna local.
No obstante, los trabajos preventivos no han disminuido, debido a que se trata de animales que son todavía muy perseguidos para extraerles la piel o, sencillamente, para comercializar de forma ilegal su carne.
Creencias no comprobadas
Dentro de la parte social, remarcó el encargado del Departamento de Monitoreo Biológico en La Encrucijada, hace unos cinco años comenzó a circular con más frecuencia información errónea de que la sangre del cocodrilo curaba el cáncer, lo que provocó que un porcentaje de las personas adoptara esta práctica como un método curativo, cuando en realidad solo generaba un detrimento en los animales, sin beneficio alguno.
“No tenemos conocimiento a ciencia cierta de que la sangre realmente tenga esas propiedades para curar el cáncer y otras enfermedades. Tenemos que saber que estas especies tienen un sistema inmunológico particular, incluso, podría ser dañino para el ser humano”, puntualizó.
Investigación mundial
Dentro de los trabajos de conservación que se hacen, la Reserva de la Biósfera La Encrucijada forma parte de la edición número 26 de la reunión de especialistas de cocodrilos que se lleva a cabo en Chetumal, la cual inició este domingo y culmina el próximo 9 de julio.
Sarmiento Marina comentó que en estos espacios se informa a la sociedad (a nivel mundial) sobre los temas que se realizan en las áreas protegidas. El encuentro se complementa con foros y conferencias magistrales relacionados con las especies.
Muchas veces, dijo, las personas ven en los cocodrilos a ejemplares que son agresivos, sin embargo, existen opciones para que la población pueda convivir con estas especies y, de hecho, así lo hacen las comunidades que están en los alrededores de la reserva, remarcó.
En este lugar, gracias al trabajo de conservación, tanto el caimán como el “pululo” (nombre coloquial del lagarto) han tenido una recuperación significativa en los últimos 10 años.
Los habitantes han comprendido la importancia que tienen los cocodrilos dentro de este ecosistema, y de a poco los han recuperado en número. El sitio se compone, en la parte de flora, de árboles tulares, popal y mangle, hasta dunas costeras; la fauna es adornada, ya que además de los cocodrilos, están las tortugas, pericos, armadillos, iguanas y hasta el emblemático jaguar.
