El lago cráter del volcán Chichonal es un ambiente extremo, con altas concentraciones de metales pesados, altas temperaturas y ph muy acido; alberga comunidades microbianas que han tomado gran importancia científica, por eso son estudiadas por investigadores del Instituto Tecnológico de Tuxtla Gutiérrez (ITTG).
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Víctor Manuel Ruiz Valdiviezo, profesor-investigador del Laboratorio de Biología Molecular del ITTG, comentó que en 2017 iniciaron el estudio de esos microorganismos extremófilos, haciendo los primeros análisis metagenómicos con biología molecular y ciencias ómicas; se trata de bacterias, hongos y arqueas.
En estos estudios han participado varios estudiantes de posgrados e investigadores, los cuales han publicado varios artículos en revistas científicas internacionales, lo que los ha llevado a ser un referente en esta investigación. Los han buscado en Argentina, Chile y Japón.
Estos microorganismos podrían tener diferentes aplicaciones, uno es en la biorremediación, un proceso biológico para eliminar, degradar o transformar contaminantes del suelo o el agua, debido a que viven en un ambiente con alta concentración de elementos tóxicos como el arsénico y el cadmio.
En el laboratorio las aíslan, hacen pruebas de tolerancia, resistencia y niveles de remoción o descontaminación que tienen. También han logrado aislar un tipo de bacteria que tiene potencial en la agricultura para combatir algunas plagas o enfermedades en los cultivos como mango, papaya o maíz.
Agentes de control biológico
Generan productos llamados agentes de control biológico para poder controlar esas enfermedades de los cultivos. La razón es que las bacterias del volcán biosintetizan compuestos muy especializados que tienen mecanismos contra enfermedades de plantas.
La prioridad es aislar de las bacterias algunas proteínas o encimas con potencial para hacer replicas de otras, como la que se ocupa para una técnica en biología molecular denominada PCR, la cual se ocupó durante la pandemia para detectar la presencia viral.