Ante la sequía extrema provocada por la canícula, la laguna de Metzabok (Dios del Trueno) desapareció completamente en la selva Lacandona, donde además denuncian que algunos ríos cercanos presentan contaminación grave.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua), a través de su titular Blanca Jiménez, alertó hace unos días sobre el prolongado estado de poca precipitación pluvial que se ha suscitado en la zona de la selva Lacandona.
Esta situación provocó que las lagunas temporales se observen disminuidas en su capacidad, al punto de secarse como en este caso, debido a la escasez de lluvias durante esta temporada.
La laguna de Metzabok había bajado su nivel, pero este lunes desapareció completamente.
Cabe señalar que el fenómeno de la canícula incide en la falta de precipitación, aunque se encuentra en sus últimos días y se espera que al concluir se presenten más lluvias.
Jiménez mencionó que se tiene esperanza que incremente la cantidad de precipitación con la temporada más intensa de huracanes y ciclones tropicales, con lo que se puedan recuperar algunos afluentes.
Hasta el momento se tiene un déficit de lluvias de un 23.5 por ciento a nivel nacional, en el cual Chiapas presenta uno de los niveles más bajos en precipitaciones.
Asimismo, Luis Manuel García Moreno, secretario de Protección Civil estatal, comentó que este sería el cuarto año consecutivo que se presenta un déficit de lluvias, lo que convierte esta etapa como histórica.
La laguna de Metzabok cuenta con una superficie de 3,368 hectáreas y un ecosistema de alta diversidad y fragilidad, selva alta perennifolia, selva mediana subperennifolia, bosque mesófilo de montaña, áreas de vegetación secundaria con diversos grados de desarrollo y una extraordinaria importancia ecológica por sus lagunas y su biodiversidad.
Alberga a especies amenazadas o en peligro de extinción, como el hocofaisán, el águila arpía, el quetzal y el jaguar, sin embargo su situación actual tiene en grave riesgo a estas especies.