Después de que en agosto de 2019 se dio a conocer que la laguna de Metzabok, ubicada en el municipio de Ocosingo, se quedó a un siete por ciento de su capacidad, personal de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), informó que el Sistema Lagunar (que alberga 21 lagos) tardará tres años para recuperarse, pero la sequía que viene en los siguientes meses puede dejar sin agua, de nueva cuenta, a dicho ecosistema.
Sergio Montes Quintero, director del Área de Protección de Flora y Fauna Nahá y Metzabok, aseguró que hace cuatro años había tanta agua en el lugar que, para moverse entre las comunidades de lacandones, se utilizaban lanchas o cayucos.
En un promedio gradual, el vital líquido fue perdiendo su nivel a lo largo de tres años y el caso más drástico llegó el año pasado.
Gracias las precipitaciones que se registraron, que pasaron de 230 a 370 milímetros, en un promedio de tres meses la laguna se recuperó al 90 por ciento; es un espacio que alberga 12 millones de metros cúbicos de agua.
Al funcionario se le cuestionó si la crisis puede ser peor y si la población debe acostumbrarse que en periodos de sequía vea paisajes desérticos en vez de acuáticos; respondió que la ausencia de lluvia no solo afectó a las lagunas, impactó en la selva y en otras zonas de la entidad y, en efecto, las imágenes que vieron en agosto de 2019 se pueden repetir.
No obstante, aclaró: ”es natural que cada año el nivel del agua en Metzabok fluctúe hasta 21 metros de su tamaño, eso es normal. Va a empezar la época seca, va a empezar a bajar -el nivel del agua-, espero que no se seque”.
Contexto
Paola Guadalupe Vera Méndez, coordinadora de la Unidad Técnica Regional, recordó que en el área de protección de Metzabok se encuentran 40 cuerpos de agua que están conectados; en la laguna que lleva el mismo nombre, la sequía impactó las 80 hectáreas que la rodean.
Debido a la crisis que se generó con la sequía, algunas especies de animales tuvieron que moverse a ecosistemas más saludables y que no representaran riesgos.
También se confirmó que el impacto en la zona se debe al cambio climático, tomando en cuenta que se registró un aumento en la temperatura de 4 °C y un descenso en las precipitaciones a un 50 por ciento.
Los trabajos que se llevaron a cabo en el lugar, confirmaron grietas en el lugar, una de ellas, de 14 metros de largo por cinco de profundidad; por ese espacio se filtraba el agua de la laguna.
Finalmente, en una analogía que hicieron en los trabajos de investigación, se concluyó que la capacidad de almacenamiento que genera Metzabok permite llenar siete veces el Estadio Víctor Manuel Reina o todo un cuadrante de Tuxtla Gutiérrez con una altura de 20 metros.