Ante la escasez de medicamentos oncológicos en hospitales de México y Tuxtla Gutiérrez, el arzobispo de la capital chiapaneca, José Francisco González González, señaló que se trata de una forma de “eutanasia de indiferencismo”.
Destacó que la saturación hospitalaria deja a pacientes sin atención oportuna, lo que considera una negligencia del Estado hacia la vida humana.
El prelado cuestionó que, mientras se afirma que gran parte de los insumos ya fueron distribuidos, en la realidad las familias siguen enfrentando carencias, incluso de fármacos del cuadro básico.
“Hay personas que están luchando por su vida, como los enfermos con cáncer, que constantemente denuncian que no hay medicinas. Eso también es dejarlos morir”, expresó el arzobispo.
Además, subrayó que la situación golpea con especial dureza a niños que podrían superar el cáncer con un tratamiento oportuno.
“Las familias reúnen dinero para unas dosis, pero después ya no pueden continuar y los pacientes terminan muriendo”, lamentó.
Sobre carga hospitalaria
Advirtió que la sobrecarga hospitalaria impide a los médicos brindar atención humana y de calidad, lo que se traduce en casos de negligencia.
“Cuántos accidentados llegan con heridas graves y prácticamente no los atienden; esperan a que se agrave la situación para declarar que se les paró el corazón, pero la realidad es que nunca recibieron la atención debida”, mencionó.
El arzobispo también criticó que los recursos públicos se destinen a gastos superfluos, mientras persisten las carencias en Salud y Educación, destacando que un país que no invierte en estas áreas está condenado al rezago.
“Si seguimos enfermos, deprimidos y sin preparación, no podremos competir con naciones desarrolladas; al contrario, nos iremos hundiendo en la pobreza”, agregó.
Hizo un llamado a fortalecer la atención médica, la creatividad y la educación de calidad como motores para que México pueda aspirar a un desarrollo real.