El integrante del Servicio Pastoral al Migrante (Sepami), perteneciente a la diócesis de los Altos de Chiapas, Gonzalo Ituarte Verduzco, lamentó que exista una falta de coordinación por parte de las autoridades migratorias, situación que ha generado múltiples violaciones a los derechos humanos de las personas en contexto de movilidad.
“Quiero expresar mi indignación por el Instituto Nacional de Migración (INM), que es de la Secretaría de Gobernación (Segob), al igual que la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), ya que resulta que la Comar abre las puertas y el INM las cierra. Esto es sumamente desesperante, porque hay todo un trabajo que se hace y simplemente lo desplaza y se impide que avance en los procesos para la condición de refugio”.
En la “Mesa 7: Voces de la sociedad civil sobre las migraciones”, organizada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el sacerdote también lamentó la situación del tráiler que transportaba más de 250 migrantes y que fue detenido en Chiapa de Corzo.
“Chiapa de Corzo está lejos de la frontera, ¿cómo llegó hasta ahí un tráiler de ese tamaño? Muy probablemente la corrupción del INM u otras autoridades que permiten que esto suceda y que tienen otros intereses, ellos obstruyen el camino, permiten que vayan en condiciones absolutamente inaceptables; aquí más que crimen organizado, es crimen autorizado, porque es lo que hace posible esto”, declaró
Destacó que el albergue del Sepami ha presentado una evolución llena de retos, pues en la “etapa actual, hay una multiplicación de la migración con las famosas caravanas que acentuaron un fenómeno que ya se venía dando”.
Resaltó que llevan siete años con el compromiso de apoyar a las personas en movilidad a través de las casas migrantes, las cuales se encuentran en San Cristóbal de Las Casas, Tuxtla Gutiérrez y Comitán.