Láminas de zinc, un mal conductor térmico para casas

La lámina de zinc, utilizada generalmente en los techos de los hogares, es ineficiente para resistirse al flujo de calor pues durante la noche se enfría rápidamente y el calor al interior de la casa se pierde. Caso contrario en el día, su ganancia de calor es tal que hace caluroso el espacio interior. Investigadores recomiendan usar paneles con residuos de aserrín para aislar las cubiertas de lámina y con ello mejorar el ambiente dentro de una habitación.

Arquitectos analizan materiales

Los arquitectos Juan Carlos Solís Granados, Raúl Pável Ruiz Torres, Nguyen Molina Narváez y Eddy González García, de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach) resaltan que los sistemas de cubierta de lámina de zinc tienen resistencias térmicas por debajo de lo establecido en la Norma Mexicana NMX-C-460-ONNCCE-2009.

Los investigadores analizaron cuatro materiales empleados en la construcción de vivienda rural: tabla de madera de pino, losa de concreto armado, bloque de concreto y una propuesta no convencional de un panel de aserrín.

En la investigación “Propiedades térmicas de materiales convencionales y no convencionales en la construcción de una vivienda local”, concluyen que la lámina genera climas dicotómicos, lo que puede irrumpir el confort de las personas e incluso traer efectos negativos a la salud.

Constraste

“Las temperaturas en un clima templado podrían ser frías al interior y durante el día gana calor y calienta rápidamente el espacio interior”, resaltan.

Una opción que recomiendan es utilizar la madera de pino como un aislante, lo que permitiría mejorar las condiciones de confort térmico al interior, con la virtud de ser un material local y reemplazable.

Pero su propuesta es fabricar paneles con residuos del aserrín como una alternativa de uso para aislar las cubiertas de zinc en las comunidades. Tanto pino como aserrín son materiales que se acercan a las especificaciones de la Norma Mexicana.

“Esto tiene un impacto en las condiciones térmicas al interior que contribuirá a mejorar las condiciones de confort térmico de las personas, beneficiando en su salud y minimizando las condiciones de frío que suelen percibir en un clima templado”, concluyen.