La presencia de las Brigadas Civiles de Observación (Brico), que este miércoles cumplen 29 años de haber sido creadas, “siguen siendo un mecanismo que desde abajo ha logrado un contrapeso a la violencia ejercida contra los pueblos que resisten en Chiapas”, pues “rompen el cerco de la desinformación, documentan de primera mano y disuaden agresiones”, afirmó el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba).

En un comunicado dijo que “desde su creación han participado más de 11 mil personas de 73 nacionalidades y el Frayba ha sido apoyado por 760 colectivos solidarios que promovieron el proyecto y prepararon a las personas observadoras; 146 campamentos fueron instalados en comunidades de Chiapas con una duración que va desde un año hasta más de dos décadas, como es el caso del que está actualmente en la comunidad de Acteal”, municipio de Chenalhó.

El organismo que preside el obispo emérito de Saltillo, Coahuila, Raúl Vera López, señaló que en el último año y medio “han participado 128 brigadistas muy diversas; como en años anteriores hay más participación de mujeres y cada año se suman más personas trans o no binarias: las edades van desde los 20 hasta los 69 años”.

Sostuvo que “la espiral de violencia nacida con el paramilitarismo se ha profundizado y complejizado actualmente. Los grupos armados se diversificaron y su categorización se vuelve cada vez más difícil de definir por la opacidad en la que se desarrolla su actuar. Frente a ello el Estado sigue siendo omiso, cuando no promotor o parte de dicha violencia”.