Las últimas casas de barro en Tuxtla

En medio de los edificios que invaden el centro de la ciudad capital, todavía se pueden apreciar algunas casas de barro que han sobrevivido con el pasar de los años.

Su arquitectura colonial data de siglos pasados y muchas de estas construcciones han logrado superar movimientos telúricos.

La urbanización en la capital comenzó hace más de doscientos años, cuando se dio el cambio de poderes y se nombró capital a Tuxtla Gutiérrez.

De acuerdo con el historiador Ricardo Rincón, esta transición provocó que con los años el centro de la urbe se viera invadido de edificios, dejando de lado a las casas de barro, una forma tradicional de construir.

En una de estas casonas vive don Marcelo Molina, quien con su guitarra en la mano narra que debido a la urbanización se vio obligado a dejar su morada heredada por su suegro, misma que ahora se ha convertido en cuartos que renta para comerciantes que venden en el corazón de la antigua Tuchtlán.