Lepra, enfermedad de difícil diagnóstico

Una de las enfermedades históricamente más estigmatizadas es la lepra, rodeada de muchos mitos y discriminación por el miedo al contagio, ante todo, por lo que se ha difundido de hace cientos de años, pero en la actualidad es muy diferente.

La lepra es una enfermedad infectocontagiosa transmitida por una bacteria, que puede causar deformaciones, lesiones y heridas en la piel, las mucosas y el sistema nervioso periférico, agravándose cada vez más si no es tratada a tiempo y de forma correcta.

Alerta con los síntomas

Janet Morales Enríquez, responsable del Programa de Prevención y Control de la Lepra, explicó que los primeros síntomas son pequeñas manchas en la piel, que generalmente se piensa son causadas por la exposición al sol u otra enfermedad dermatológica, lo que complica y retrasa el diagnóstico.

Las manchas por lo general son blancas y van cambiando de color, hasta llegar a ser rojizas, posteriormente se vuelven nódulos. En la zona desaparece el vello corporal y la sudoración, lo que debe tomarse como una señal de alarma para acudir con el médico.

Señaló que al avanzar el padecimiento se dañan los nervios periféricos, que son los que ayudan a la sensibilidad, por lo que puede haber daño al nervio facial impidiendo el parpadeo de los ojos, provocando la ceguera.

Enfatizó que es un mito completamente falso que por la lepra se caiga la piel a pedazos, que se caen los dedos; lo que es cierto es que si la enfermedad está muy avanzada, a nivel interno causa osteoporosis en los huesos, lo que hace que disminuya la densidad ósea.

Al perder la sensibilidad puede ocurrir que el paciente sufra lesiones en la piel, que estas se infecten y por ende se complique su salud, pero no es que la lepra en sí provoque el desprendimiento.

La lepra se contagia a través de las gotitas de saliva al hablar con una persona que tenga la enfermedad, además hay riesgo cuando se debe estar en contacto por un largo periodo con un paciente, si es un familiar, compañero de trabajo, una enfermera, aunque la transmisibilidad es baja.

Mientras no reciba tratamiento puede ser un medio de contagio. A partir de que comienza a tomar los medicamentos se corta la cadena de transmisión.

“La lepra es de importancia no tanto por el número de casos o riesgo de contagio, sino más bien por las complicaciones que genera; muchas veces pasa desapercibida porque se confunde con otro padecimiento dermatológico, hasta que empiezan los síntomas más fuertes, en un lapso promedio de cinco años o más”.