Lesly Yareli Sánchez Domínguez y Cynthia Elizabeth Moguel Ruiz, encargadas de la carnicería “Alfa y Omega” en la colonia Albania Alta, fueron el foco de atención durante los últimos días, esto tras usar sus manos y cuchillos para frustrar un asalto a su local durante el pasado primero de mayo.
Lesly y Cynthia son cuñadas, no obstante, la primera es esposa del dueño del negocio; quien decidió ubicarse en la avenida más famosa de la colonia; considerada zona peligrosa de la capital chiapaneca.
El negocio compite con otros cuatro en la avenida 20 de Noviembre. No obstante, Lesly considera es la atención al cliente la diferencia frente a las demás carnicerías.
“El negocio es familiar y decidieron probar suerte por acá (…). Gracias a Dios la gente nos elige y son frecuentes”, expresó.
Hace cinco años, Lesly era la encargada de una carnicería, pero solo cobraba. En ese tiempo, el carnicero era el que hoy es su esposo, pero conforme ascendió su amor, ella se adentró al oficio y conocimientos para destazar.
“Este trabajo es un poco rudo. En especial por la fuerza física, se necesita mucha; hay un compañero que nos ayuda al respecto. Es un trabajo bonito”, añadió.
Hechos
El primero de mayo a las 3 de la tarde, un sujeto con gorra y pasamontañas ingresó al local con un arma de fuego.
¡El dinero! ¡El dinero! ¡El dinero!, les exigía a ambas mujeres de forma insistente.
Para Lesly, se trataba de una broma, pero cuando se cruzó el sujeto y forcejeó con su cuñada, ya no lo fue.
“Ya teníamos todo limpio, estábamos a unos minutos de cerrar (…) Cuando entró la persona yo estaba distraída. Y volteo de primera mano, dijimos, ‘es una broma’, porque mi cuñada también hizo ese comentario. Nosotras quedamos en shock, hasta cuando él entra para brincar la mesa es cuando dijimos: ‘esto sí es real’”, comentó.
La encargada analizó si el arma era verdadera o falsa, porque nunca la usó e inclusive el momento decisivo para que ellas actuaran fue el instante en que la guardó.
“Lo único que pasó por mi mente fue decirle a mi cuñada que se tranquilizara. Nada más decía “dame el dinero”. No sé si era principiante pero no fue hacia la caja, nos pedía el dinero”, añadió.
Para la encargada no fue un acto de valentía sino una reacción natural lo que hizo después de haber guardado su arma, por lo que procedió a empujarlo y con los nervios, entre las dos comenzaron a abalanzarse sobre él.
Luego, su cuñada reaccionó y agarró el cuchillo para hacerle daño al hombre, lo que logró ejecutar en lugares como su pantorrilla, pierna y un dedo.
¡Mi dedo! ¡Mi dedo! ¡Mi dedo! se quejaba el ladrón.
Reacciones
Lesly y Cynthia gritaron después de que el ladrón salió de su establecimiento, quien era esperado por una motocicleta en la calle Santo Domingo.
Pese a haber salido los vecinos, el ladrón y su acompañante se fugaron.
Cabe señalar, Lesly y su esposo interpusieron la denuncia. Aunque hasta el día de hoy, no se han ubicado avances del caso.
Después de lo ocurrido, Lesly sintió la impotencia de su esposo por la situación, ya que ella y su hermana se encontraban solas en un establecimiento al momento de lo ocurrido.
“Mi suegro igual. Mi suegra y mis familiares nada más asustados. Asustados y agradecidos con Dios de que no nos pasó nada”, dijo.
Por su parte, la clientela les ha reconocido su valentía e inclusive han recibido comentarios como “le hubieran dado más”. Pero, en el fondo, les externaban su felicidad de que no les haya pasado nada.