Ir a pedir dulces con la tía Anita en la Residencial La Hacienda, se ha convertido en una tradición para todas y todos los tuxtlecos. Tan es así, que el año pasado 14 mil niños y niñas acudieron al altar de la profesora Ana María y todos recibieron dulces; el tío Pelón, Juan Carlos Mendoza Castañeda, invita este año a toda la población a acudir este primero de noviembre a partir de las seis de la tarde.
En una entrevista telefónica, el tío Pelón detalló que el año pasado La Hacienda conglomeró a un aproximado de 30 mil personas. En su casa, se vivió la algarabía y verbena popular, hubo luz, sonido y una larga fila de niños entusiastas que en conjunto recibieron un total de mil 700 kilos de golosinas.
Legado
El tío Pelón relata que el entusiasmo de realizar este evento es continuar con el legado de su madre, a quien, en una entrevista previa, describió como una maestra ejemplar que siempre tuvo grandes detalles con los niños y puso en alto los actos de compartir y seguir las tradiciones.
“Independientemente de conmemorar la fiesta y conservar las costumbres, se trata de la convivencia familiar, esa es la mayor riqueza de este evento, que puedas venir con tus hijos y hacer un recorrido o ver a familias que vienen disfrazados en conjunto, eso, no tiene precio”, alegó.
“Ahorita estamos en mil 300 kilos de dulces”, dijo y al tiempo compartió una foto donde se ven las cajas de dulces “resguardadas por la tía Anita” bajo su altar.
La casa de Juan Carlos brinda una hospitalidad ejemplar, y da tiempo que cada niño y familia reciba sus dulces y se tome su fotografía, la cual, después podrá buscar en su pagina de Facebook: Calabacita Tía de Anita Castañeda.
Solicita paciencia por la cantidad de niños que acuden al lugar y subraya que para todos “dulces va a ver y van a alcanzar, y aún así den las 12 de la noche los voy a atender con la misma calidad y le daré la misma cantidad que el que llegó el primero”.
Un evento de esta magnitud requiere de una gran responsabilidad en la que el tío Pelón ha participado. Cuentan con el apoyo de la Cruz Roja y autoridades de Tránsito y Protección Civil.
Por si se va la luz cuenta con lamparas de energía y un generador suficientemente grande para cualquier altercado. También hay 16 cámaras de videovigilancia ubicadas estratégicamente y vallas para delimitar y preservar la seguridad de los asistentes. Desde el año pasado hay expendios de agua potable y vasitos para que los niños se hidraten.
Detalló que para este 2024, se están coordinando para ver abrir de 4 a 6 de la tarde, de tal forma que los niños y niñas chiquitas puedan acudir y evitar las largas esperas.
Años de tradición
Ya son años de tradición y Juan Carlos busca que la memoria histórica prevalezca a través de las fotografías, a través de la página de Facebook están cargando todo el recopilatorio de imágenes, en estos días están subiendo desde el año 2008 y sorprendido comenta la tradición ha pasado de generación en generación
“Estamos subiendo las fotografías desde 2008, son de dominio público por si las quieren buscar, nos hemos sorprendido porque hemos encontrado personas que venían desde chiquitas, cuando eran niñas y ahora vienen con sus hijos, estamos haciendo lo posible por preservar ese legado digital”, dijo.
Amigos, vecinos y familia de la tía Anita llevan más de 20 años con la tradición de dar caramelos; todo comenzó cuando el tío Pelón era joven y doña Anita se quedaba a repartir dulces en su casa mientras mientras él salía a pedir dulces con sus amigos. Ahora continúa con “un legado muy bonito que lo absorbemos con mucho cariño”.
Esta residencial vive la verbena año con año; en todas sus calles miles de tuxtlecos desfilan y lucen sus creativos trajes, con tiempo se volvió una actividad vecinal y ahora son más de 20 casas las que, “en medida de sus posibilidades, ofertan dulces a los miles de visitantes”.