En el marco del Día Internacional de la Paz, el arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, monseñor José Francisco González González, recordó que la paz no solo es un acuerdo entre naciones, sino un compromiso que inicia en cada persona, mientras hizo un llamado a la ciudadanía a reflexionar sobre las acciones cotidianas y a sembrar pequeños actos de bondad que fortalezcan la convivencia fraterna.
Ante la conmemoración de la fecha, instaurada el 21 de septiembre, el prelado destacó la importancia de construir una cultura de paz desde la vida cotidiana, en las familias y comunidades, y no limitar la fecha a una efeméride.
“Así como las guerras nacen en el corazón humano, es ahí donde deben erigirse los baluartes de la paz”, señaló.
Además, subrayó que esta celebración, instituida por la ONU en 1982, coincide con los esfuerzos de la Iglesia católica, que desde hace 58 años impulsa la Jornada Mundial de la Paz cada primero de enero.
Un camino de diálogo, justicia y perdón
Monseñor González González recordó los mensajes de los papas en torno a la paz, retomando las palabras del papa Francisco, quien en su más reciente mensaje para la Jornada Mundial de la Paz pidió cultivar un corazón desarmado, capaz de superar el egoísmo y de perdonar.
Asimismo, mencionó los llamados del papa León XIV, quien ha insistido en la urgencia de cesar los conflictos en Ucrania y Gaza, promoviendo el diálogo, la justicia y el perdón como caminos auténticos hacia la paz.
“La paz auténtica requiere afrontar los conflictos, no negarlos. No basta con detener la guerra, sino con poner en el centro la dignidad humana”, reiteró.
Finalmente, exhortó a las y los chiapanecos a no dejar pasar la fecha solo como un acontecimiento anecdótico, sino a preguntarse si sus acciones diarias abonan a la violencia o a la reconciliación.
“Es importante desarmar el corazón, como ha dicho el papa León. Pidamos a Dios el don de la paz para nuestro corazón, nuestra familia y comunidad, y trabajemos por ella con pequeños actos de paz y de bondad”, expresó.