Llama a replantear la mirada sobre la pobreza

Advierte que no basta con señalar a los más vulnerables como si fueran responsables de su propia condición. Diego Pérez / CP
Advierte que no basta con señalar a los más vulnerables como si fueran responsables de su propia condición. Diego Pérez / CP

En el marco de la Jornada Mundial de los Pobres, el arzobispo de la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, monseñor José Francisco González González, urgió a dejar atrás la visión que margina a los más vulnerables y pidió acciones decididas para frenar la violencia que domina amplias regiones del país; mientras hizo un llamado a asumir una responsabilidad colectiva frente a la desigualdad y la inseguridad.

El prelado reflexionó sobre la necesidad de transformar la manera en que la sociedad entiende y atiende la pobreza.

Advirtió que no basta con señalar a los más vulnerables como si fueran responsables de su propia condición.

“Debemos adquirir un enfoque diferente, que permita construir una sociedad donde no se margine a los más necesitados, como si fueran los culpables de su condición”, expresó.

El Arzobispo recordó que la ayuda no puede quedarse en gestos superficiales como la limosna o un abrazo, sino que debe traducirse en acciones profundas y sostenidas.

Destacó que la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez realiza desde hace años una semana social previa a esta jornada, un espacio impulsado por la Pastoral Social para reflexionar sobre la proyección comunitaria de la fe.

Además, abordó la creciente preocupación por la violencia que atraviesa al país, señalando que esta no es un fenómeno aislado, sino una realidad diaria alimentada por estructuras criminales que continúan expandiéndose.

“Hemos señalado la violencia cotidiana y la persistencia del crimen organizado que ha extendido sus tentáculos a muchos rincones del país, manteniendo a vastas regiones bajo el dominio de los violentos”, destacó.

Ante este panorama, el Arzobispo insistió en la necesidad de realizar “gestos concretos y decididos” para erradicar cualquier manifestación violenta y reconstruir el tejido social.