Llama al equilibrio de la fe y acción para transformar Chiapas

Llama al equilibrio de la fe y acción para transformar ChiapasPide trabajar guiados por la espiritualidad para transformar a Chiapas. Diego Pérez / CP

El arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, monseñor José Francisco González González, explicó que para construir una sociedad chiapaneca justa no se debe perder de vista la dimensión espiritual, afirmando que la búsqueda sincera de Dios no es un escape sino la fuente más profunda para transformar la realidad.

Pasaje evangélico

El arzobispo recordó el pasaje evangélico de Lucas 10, 38-42 que narra la visita de Jesús a las hermanas Marta y María para ofrecer una lectura espiritual y social sobre la necesidad de transformar Chiapas desde una doble dimensión: la acción comprometida y la contemplación espiritual.

Además reflexionó sobre cómo, en un contexto como el de Chiapas marcado por desafíos como la pobreza, la desigualdad y la falta de oportunidades, muchos tienden a enfocarse únicamente en hacer, organizar, solucionar, construir.

Sin embargo, advirtió sobre el riesgo de caer en un “activismo desenfrenado” que olvida la raíz más profunda de todo cambio verdadero: la espiritualidad.

“¿Qué sentido tiene la acción si no brota de una fuente profunda, de una escucha atenta, de una conexión con lo esencial?”, cuestionó.

Buscar un equilibrio

Añadiendo que Jesús, al reprender con cariño a Marta por su inquietud, no descalifica la acción, sino que invita a buscar un equilibrio con la vida interior, representada por María sentada a sus pies.

González González subrayó que para lograr una transformación social o eclesial auténtica, no basta con sumar esfuerzos humanos, se requiere también de una conexión con Dios.

“Escuchar a Dios en medio del clamor de nuestro pueblo implica una pausa, un momento de interiorización… para que nuestras acciones sean verdaderamente fecundas y no meros paliativos”, expresó.

Llamado

En un llamado directo a los actores sociales, comunitarios y eclesiales, el arzobispo propuso vivir como “Marta con corazón de María”, trabajando con compromiso, pero guiados por una espiritualidad sólida que le dé sentido a cada esfuerzo.

“El camino hacia un Chiapas más justo y digno no pasa por elegir entre la fe o la acción, sino por integrarlas. Nuestras obras no deben ser estériles, sino iluminadas por la luz divina”, finalizó.