El Congreso Nacional Indígena (CNI), el Concejo Indígena de Gobierno (CIG) y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) hicieron un llamado a la solidaridad con el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Morelos, Puebla y Tlaxcala, luego de que agentes de la Guardia Nacional desmantelaron el lunes pasado, dos plantones-campamentos que ejidatarios mantenían para impedir que termine la construcción del acueducto del Proyecto Integral Morelos (PIM). 

En un comunicado conjunto titulado Por la vida y contra el dinero, las agrupaciones denunciaron “el cobarde desalojo de los compañeros del campamento en resistencia en San Pedro Apatlaco, Morelos, perpetrado por la Guardia Nacional durante la madrugada del día 23 de noviembre, para reanudar ilegalmente la construcción del ducto que lleva agua del río Cuautla a la termoeléctrica de Huexca”. 

Agregaron: “Con qué cinismo el gobierno neoliberal que dice mandar en este país, obedece a sus patrones que son el gran capital; con qué cinismo las fuerzas armadas, bajo las órdenes del capataz, violentan a los pueblos, para entregar el agua del río Cuautla, robada a los pueblos campesinos de Ayala, a las empresas que se benefician con el PIM, como Elecnor y Enagasa, a las que concesionó el gasoducto: Bonatti y Abengoa, constructoras del gasoducto y de la termoeléctrica en Huexca, y las que se beneficiarán del consumo de gas, como Saint Gobain, Nissan, Burlington, Continental y Gas Natural del Noreste”. 

Manifestaron que “con el PIM, las fuerzas armadas y el gobierno neoliberal, con sobrevuelos militares avanzan en la represión y la imposición de la infraestructura energética, sostenida de la destrucción y despojo del territorio de los pueblos originarios, para hacer posible, sobre la sangre de nuestra gente, como el compañero Samir Flores Soberanes, la explotación de la naturaleza, para que ellos, los patrones del capital trasnacional, destruyan los cerros con sus concesiones mineras y se queden con el agua los corredores industriales de Cuautla, Yecapixtla, Cuernavaca  y toda la región, en los estados de Morelos, Puebla y Tlaxcala”. 

Abundaron: “Con qué cinismo e impunidad el capataz, que se dice mandar desde el gobierno federal, ordena pisotear el supuesto estado de derecho, violando ocho suspensiones judiciales sobre la obra del acueducto, que pretende robar el agua para que sea contaminada en la termoeléctrica de Huexca, y dos suspensiones más en contra del gasoducto en las faldas del volcán sagrado Popocatépetl, y la contaminación del río Cuautla, como parte del PIM”. 

Por lo anterior y ante “la creciente tensión, violación del estado de derecho”, responsabilizaron “al mal gobierno federal y al mal gobierno del estado de Morelos de cualquier represión o atentado contra los compañeros y compañeras que luchan y resisten a este megaproyecto de muerte”, al tiempo que hicieron un llamado a la solidaridad, particularmente con el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Morelos, Puebla y Tlaxcala.