La Iglesia católica, a través del mensaje dominical del obispo de Tapachula, Jaime Calderón, reconoció que a pesar de los incidentes menores en las pasadas elecciones, en general se realizó un ejercicio ciudadano de manera pacífica.
Añadió que “se ha cruzado el umbral de las elecciones que se caracterizaron por ser nutridas en su participación, por lo que ahora es tiempo de la reconciliación y la unidad”.
Mensaje
Expuso que a la Iglesia “le alegra que sea el pueblo quien defina a los gobernantes de los próximos años”, por lo que las anomalías que se impugnen de manera legal deberán ser atendidas en las instancias correspondientes.
Agregó que en una contienda que se caracterizó por la polarización y la descalificación, en la que por momentos se encresparon los ánimos, hoy urge un camino de reconciliación y pacificación entre las propias personas y partidos.
Mencionó que en una contienda así, donde está en disputa el ejercicio del poder, no necesariamente entendido evangélicamente como servicio desinteresado, hay muchos resentimientos, porque claramente hay vencedores y vencidos, además de actitudes tanto soberbias como de humillación.
Llamado
“Es tiempo de afrontar juntos los grandes desafíos que siguen estando presentes como la pobreza, la desigualdad, los rezagos educativos, las violencias, por ello no es sano para la sociedad, para las familias y para la mismas iglesias, seguir abonando a la división”.
Añade que es tiempo de reconciliación, es tiempo de unidad, es tiempo de visiones inclusivas que enriquezcan a todos.
“Es preciso que quienes nos gobiernen tengan este espíritu, no partidista, sino de gobernar para todos, como lo implican las más auténticas democracias”, finalizó.