La colectiva ¡Cambiémosla Ya! hizo un llamado para frenar el saqueo de empresas mineras, en particular las canadienses, que se han beneficiado del marco legal vigente en México, dejando graves daños en las regiones donde operan.

Desde los años 90, la minería en México se expandió aceleradamente. Entre 1990 y 2018, la Secretaría de Economía (SE) entregó 46 mil 48 concesiones mineras, y hasta 2019 operaban mil 531 proyectos en el país.

La Ley Minera, publicada en 1992, en la antesala de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), dio enormes facilidades y privilegios a las mineras, entre ellas la operación sin restricción de empresas trasnacionales, entre las que destaca la presencia de corporaciones canadienses.

Oro y plata

Es decir, de las 238 mineras que operan en el país, 151 son canadienses. Pero esta nueva etapa de la minería en el país se caracteriza por la preponderancia de la extracción de oro y plata, que se lleva a cabo en el 70 % de las minas que operan en el país, 68 % de las cuales son propiedad de corporaciones canadienses.

La organización ambiental denunció que la mayor parte de estos proyectos mineros son tajos a “cielo abierto”, prohibidos en los llamados países desarrollados, pues generan deforestación, intensa sobreexplotación y contaminación del agua, así como del suelo y el aire, debido al uso de arsénico, cianuro, plomo, cadmio, sulfato de cobre e incluso mercurio.

“Estos proyectos generan destrucción ambiental irreversible, dañan las economías locales y causan problemas de salud muy graves como daños dermatológicos y renales, distintos tipos de cáncer, afectaciones neurológicas y alteraciones en el desarrollo en niños, en especial los que van a nacer”.

Situación

Explicó que más que ningún otro país, Canadá se ha beneficiado de la aurificación de la minería en el país. Las enormes ganancias de esta explotación no se reportan cabalmente a las autoridades mexicanas y contrastan con su ínfima contribución al bien público: escasos empleos y reducidos impuestos.