Llaman a reactivar plantas de tratamiento

Ante una presión creciente contra los Lagos de Montebello, Patrimonio Natural de la Humanidad, la investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Marisa Mazari Hiriart, llamó a rehabilitar dos plantas de tratamiento en la región Meseta Comiteca para disminuir los contaminantes que afectan el agua del Parque Nacional.

“Las aguas negras, no solo de Comitán, de las localidades de la cuenca que no tienen tratamiento, van a dar al río que está conectado a los lagos. Existen dos plantas de tratamiento que no funcionan y creo que una de las prioridades sería exigir a la autoridad, en este caso la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la adecuación para que operen adecuadamente”, dijo en una conferencia.

La titular del Instituto de Ecología de la UNAM, con posgrados en la Universidad de Gales y la Universidad de California, reveló que hay una fuerte contaminación por estas plantas de tratamiento inoperantes en Comitán y Emiliano Zapata, y contaminación difusas por el uso de fertilizantes agrícolas y escorrentías.

La agricultura tecnificada, junto con aguas residuales sin tratar, son los principales impulsores de la contaminación. Ambas han saturado la cuenca con nutrientes como nitrógeno y fósforo, provocando proliferación de algas y degradación de lagos.

“El agua que llega a los lagos arrastra químicos y materia orgánica, alterando el equilibrio ecológico”, explicó Mazari, quien mostró imágenes de lagos verdosos en zonas planas, frente a los azulados en áreas elevadas.

Detalló que los muestreos identificaron áreas con calidad hídrica “preocupante”, como en El Triunfo y San Lorenzo, frente a lagos montañosos (Bosque Azul, Pojoj) que conservan condiciones óptimas.

Propuestas emergentes

La científica, con décadas de estudio en hidrobiología, destacó que la solución requiere colaboración. “No es trabajo de una persona, involucra a comunidades, autoridades y académicos”. Mencionó avances como el proyecto multidisciplinario que integra a ecólogos, ingenieros y locales para implementar tecnologías sostenibles.

Recalcó casos de éxito como los humedales artificiales, un proyecto piloto en comunidades como Siscao, demuestran que plantas acuáticas absorben nutrientes, mejorando la calidad del agua que llega a ríos y lagos.

También la mejora en captación de lluvia con sistemas con filtros en techos, probados en la región, garantizan agua más limpia para consumo local. Y a transición a fertilizantes orgánicos, aunque costosa, es vital para reducir la dependencia de químicos solubles.