Antes de comprar productos cárnicos en espacios públicos, es indispensable que los usuarios analicen las condiciones del lugar, la coloración y el método que se usa para la refrigeración, mientras que en los enlatados o procesados se debe buscar el nivel de proteínas o nutrientes que aportan, puntualizó Miriam Izel Manzo Fuentes, maestra de la Licenciatura en Nutrición y Alimentos de la Facultad de Ciencias de la Unicach.
Remarcó que la población siempre debe observar que el sitio donde adquiere la carne cruda muestra una higiene a simple vista; se trata de uno de los elementos que ayudan a definir si un insumo es de mejor calidad.
Puntualizó que en el caso de los procesados, se recomienda que se analice el contenido de proteínas y comparar entre diferentes marcas lo que ofertan; al final de cuentas, remarcó, el consumidor quiere conocer, aparte del sabor, los nutrientes que aporta cada artículo.
“Hay muchos productos cárnicos que, para que tengan mayor rendimiento, las empresas -a nivel industrial- les agregan ciertos tipos de almidones, por ejemplo, soya texturizada (...), en cierta parte disminuye la calidad de lo que buscas y lo que queremos como consumidores es realmente estar comprando un producto hecho 100 % de carne”, remarcó.
Trabajos en la institución
Los talleres que se realizan en la Unicach buscan que los estudiantes aprendan las características que debe tener una carne de buena calidad, para ello se hacen pruebas de los productos. Cuando aplican las técnicas, después comienzan a utilizar algunas enzimas (de la papaya y piña) para ponerlos como ablandadores y ver cuál hace un mejor efecto.
Los alumnos y alumnas, explicó Manzo Fuentes, trabajan con la elaboración de una receta propia para el salami, chorizo, hígado, chuleta ahumada, jamón cocido y tocino. Con las técnicas que llevan a cabo en el laboratorio de Tecnología de Alimentos, los estudiantes parten de cero para hacer los productos cárnicos, para que ellos conozcan (a nivel escala) lo que se hace en las empresas en la parte industrial.
Es decir, lo que elaboran es, prácticamente, un insumo nuevo, desde que se consigue la materia prima hasta la metodología que se usa para mezclar los aditivos, y con los equipos tecnológicos se dan a la tarea de mezclar y elaborar el producto cárnico. Al llevar una revisión estricta, pueden ser consumidos por la población o familiares.
Los aditivos tienen el papel, comentó la maestra, de evitar la contaminación o la proliferación de algún microorganismo dentro del producto, ya sea cárnico o embutido.