Los 50 años de la Diócesis de Tuxtla
La sede de la Diócesis de Tuxtla Gutiérrez, la Catedral de San Marcos. A. L. M. / CP

El próximo 25 de julio, la Diócesis de la capital celebrará 50 años de su fundación, con la participación de 72 parroquias de la entidad y obispos de diferentes estados del país, además de monseñor Christopher Pierre, representante del papa Francisco en México.

En entrevista sobre esta celebración, Fabio Martínez Castilla, arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, convocó al pueblo católico a unirse en oración y el próximo sábado 25 acudan a dar “gracias a Dios por estos 50 años de evangelización”.

Martínez Castilla, dio a conocer que esta magna celebración partirá de los cuatro puntos de la ciudad hacia la Catedral de San Marcos.

“Quiero renovar la invitación a que juntos mostremos la alegría de agradecer a Dios su presencia, su espíritu que guía y anima a esta Iglesia particular; deseamos que nos reunamos como familia de Dios, unamos nuestras voces para decirle al Señor que ha estado grande con nosotros y que estamos alegres”, comentó.

La reunión será a las 9 horas en los cuatro puntos cardinales como signo de ser iglesia católica universal. Al sur en la Parroquia de San Francisco, al norte en la Iglesia del Niño de Atocha, al poniente en el parque Bicentenario y al oriente en el parque 5 de Mayo.

“Nuestra fe es Cristocéntrica, por eso adoraremos a Cristo realmente presente en el Santísimo Sacramento”, señaló Monseñor Fabio Martínez.

Agregó que tendrán una predicación que tiene el deseo de motivar a seguir adelante en este camino evangelizador, a confiar que Dios estará siempre para alimentarlos con su palabra y sus sacramentos.

Recordó que fue le pasado e 29 de junio del 2014, Día de los Santos Pedro y Pablo, cuando se convocó a la celebración en acción de gracias a Dios por los 50 años de caminar eclesial como Diócesis de Tuxtla.

“No cabe duda que Dios nos está permitiendo tener esta experiencia de su caminar junto con nosotros, alegrémonos por esta oportunidad, alegremos nuestro corazón y saltemos de júbilo; experimentemos en nuestra historia la presencia del Dios fiel, del Dios con nosotros porque las alegrías, los logros, los triunfos, nuestros hermanos bautizados, nuestros sacerdotes, nuestras religiosas, nuestros Obispos, instrumentos de Dios que a lo largo de estos años han sido ese signo de que el Señor ha sido grande con nosotros, pues la historia del hombre es historia simple cuando éste se aventura a caminar sin Dios, pero la historia del ser humano, hijo de Dios que descubriéndose necesitado de su creador abre sus brazos y su corazón para recibirlo y dejarse guiar por Él, no hace historia simple, Él hace con Dios historia de un pueblo que camina junto a su Dios, historia de salvación”, comentó.

Finalmente, Monseñor indicó que este año jubilar fue la oportunidad de dejarse abrazar por la misericordia de Dios, dijo que en estos 50 años como Diócesis, se han tenido aciertos y tropiezos, por eso este año jubilar fue también un tiempo de penitencia, un tiempo de examinarse y examinar a la familia eclesial, y dar el paso a a la oración por quienes no hemos seguido fielmente a Dios.