A 25 años de la firma de los incumplidos acuerdos de San Andrés, los pueblos originarios de Chiapas “construyen horizontes de vida digna en autonomía, por la defensa de sus territorios y la libre determinación, en un contexto de constante militarización, despojo y amenazas por parte del Estado mexicano”, afirmó el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba). 

En un documento divulgado este miércoles, agregó que “los signos de guerra y de desgaste a los pueblos continúan y las reformas constitucionales que el Estado mexicano ha efectuado, están enfocadas a beneficiar al gran capital que alimenta la maquinaria de muerte”. 

Actualmente, añadió, “integrantes de pueblos originarios son silenciados con la muerte o privados arbitraria e ilegalmente de la libertad cuando defienden sus territorios”. 

Manifestó que “el derecho a la libre determinación y la autonomía son violados de manera sistemática para continuar con la ejecución de megaproyectos como el Proyecto Integral Morelos, el Tren Maya, el Corredor Interoceánico Salina Cruz-Coatzacoalcos y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México-Parque Ecológico Lago de Texcoco”. 

Firmas

Los acuerdos de San Andrés sobre derechos y cultura indígenas fueron firmados el 16 de febrero de 1996 por el gobierno mexicano y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), sin que hasta la fecha se hayan cumplido tal y como fueron suscritos. 

El Frayba manifestó que los tratados “recogieron en gran medida el sueño de los pueblos originarios de México, pero el espíritu plasmado en dicho documento, crear un marco jurídico que permitiera una nueva relación entre los pueblos originarios y el Estado, que reconozca y respete el derecho a la libre determinación y autonomía de los mismos, fue incumplido por el Estado mexicano”.