El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es poco común que se diagnostique en la edad adulta, pero puede ocurrir dado a que no es una afección que solo se presente durante la infancia, comentó el especialista en Psiquiatría, Mario Fu Espinosa.
Se trata de un problema de neurodesarrollo, por ello principalmente es visto en la infancia, pero no quiere decir que al ser adulto desaparezca debido a que puede ocurrir que fueron diagnosticados en la infancia y descontinuaron el tratamiento a cierta edad.
Sin embargo, en algunos casos puede ser también que de niños nunca fueron evaluados por un especialista, ya sea por falta de recursos o desconocimiento, considerando que anteriormente el TDAH era poco conocido y había pruebas escasas para su diagnóstico.
Explicó que hay diferentes tipos de afecciones en este trastorno: hiperactivo, inatento y mixto. El más identificado es el primero, cuando el niño tiene mucha energía y no mide el peligro; el segundo se relaciona a que es olvidadizo, distraído y con dificultad para concentrarse.
Caso omiso
Ese tipo de manifestaciones en la edad adulta suelen no ser tan tomadas en cuenta porque no hay un maestro que oriente a los padres; en estos casos suele diagnosticarse por una disfunción u otra enfermedad desarrollada.
Muchas personas con este trastorno son muy inteligentes y aprenden a ir lidiando con la preocupación y temor excesivos, lo que los lleva a desarrollan ansiedad, pero todo comienza desde la faceta de ser distraídos e hiperactivos.
Otro elemento es que las personas con hiperactividad tienen una tendencia a caer en el consumo de sustancias, una comorbilidad muy frecuente, por eso en la consulta los pacientes no llegan quejándose de ser hiperactivos o muy distraídos, sino por las consecuencias.
Son tachados de desordenaos, de distraídos, inquietos, que no terminan sus proyectos, que no cumplen sus metas, que dejan todo hasta el final, o bien, el consumo de sustancias. Casi siempre buscan atención por la comorbilidad.
Al evaluar y explorar en los antecedentes es que el especialista encuentra que no es algo nuevo, sino que comenzó desde la infancia. En sí, las pruebas para hacer el diagnóstico son complicadas porque debe cuestionarse muy a fondo al paciente.