Este 13 de septiembre los mexicanos rendimos honor a la valentía y gallardía de los Niños Héroes que defendieron el honor de la patria de la ofensiva extranjera, en el castillo de Chapultepec.
Aquella noche se dio la orden para que los hombres se colocaran en la barda sur del bosque, pues se esperaba que al día siguiente atacara el enemigo.
Era la noche del 12 de septiembre cuando el director del Colegio Militar, entonces ubicado en el castillo de Chapultepec, designó al general Nicolás Bravo para que defendiera este sitio y para ello contaba con 832 hombres, 200 pertenecían a la institución educativa.
Por otro lado, el general estadounidense, Winfield Scott, tenía bajo su mando a ocho mil hombres divididos en tres escuadrones que venían comandados por los generales Pillow, Worh y Quitman.
El ataque
El numeroso ejército estadounidense atacó el castillo el 13 de septiembre de 1847, tomó las instalaciones y provocó muchas bajas de los defensores mexicanos.
En esa fecha se llevó a cabo el asalto al castillo de Chapultepec, donde las cuatro divisiones norteamericanas tomaron la Ciudad de México. Chapultepec era un lugar estratégico para el Ejército Mexicano.
El general Nicolás Bravo junto con 200 cadetes, 632 soldados del batallón de San Blas comandados por el coronel Santiago Xicoténcatl y el general José Mariano Monterde, se encargaron de la defensa del castillo.
Cuando los norteamericanos atacaron al poniente y al sur fueron detenidos por el batallón de San Blas, pero al final el enemigo tomó el castillo e hicieron prisioneros al general Bravo, al general Monterde, a 16 soldados y 37 cadetes, aunque varios hombres del Ejército Mexicano lograron huir a las garitas de la Ciudad de México.
Durante la defensa del colegio murió el coronel Santiago Felipe Xicoténcatl; en tanto, del general Monterrey, 16 de sus soldados fueron hechos prisioneros.
La leyenda
De los 200 alumnos que pertenecían al Colegio Militar, 37 fueron hechos prisioneros y seis murieron: se trataba de Juan Escutia, Juan de la Barrera, Vicente Suárez Ferrer, Francisco Márquez, Agustín Melgar y Fernando Montes de Oca.
Casi 100 años después, el 25 de marzo de 1947, se encontraron varias tumbas, las cuales se investigaron y reconocieron oficialmente como los restos de los Niños Héroes que murieron el 13 de septiembre de 1847.
Estos fueron guardados en la Sala de las Banderas del Colegio Militar, en urnas hechas de cristal que se montaron sobre un armazón de plata maciza.
El 27 de noviembre de 1952 fueron trasladadas con honores al monumento a los Niños Héroes y se colocaron debajo de cada una de las columnas de mármol.
Este fue diseñado en 1947 por el arquitecto Enrique Aragón Echegaray y se ubica en las faldas del cerro de Chapultepec.
Está compuesto de seis columnas de mármol jaspeado que forman un hemiciclo y contienen en la parte superior águilas de bronce; en el centro hay una escultura que representa a la patria y fue hecha por el escultor Ernesto Tamariz.