“Los trastornos del estado de ánimo, de ansiedad y consumo de sustancias ocupan los primeros puestos en las estadísticas y padecimientos mentales o psicológicos en México”, así como en el resto del mundo, indicó el médico psiquiatra, Mario Fu Espinosa.
Mencionó que tras la pandemia —al menos en el país— no hay estadísticas sobre la incidencia de los trastornos mentales, pues las últimas encuestas se hicieron dos años antes, pero en la práctica clínica no se ha identificado una modificación.
Los mismos padecimientos continúan entre los de mayor incidencia, pero a partir de la pandemia lo que sí se notó fue una mayor intensidad tanto de los síntomas como de la frecuencia.
Las personas que previo a la pandemia habían sido diagnosticadas tuvieron recaídas y la pasaron peor durante la contingencia, algunos suspendieron sus tratamientos por temor a salir y contagiarse; posteriormente comenzó el desabasto de medicamentos psiquiátricos, lo cual vino a afectar más.
En el caso de los niños y adolescentes, indicó que —de acuerdo a especialistas— se fueron al alza los problemas relacionados a la socialización, de ansiedad por separación luego de la falta de convivencia con personas de su edad y la pérdida de familiares.
No automedicarse sin diagnóstico
El especialista explicó que antes de suministrar medicamentos psiquiátricos a una persona debe hacerse una valoración para determinar un diagnóstico. En algunas ocasiones los síntomas se relacionan con una reacción natural al estrés como tristeza y ansiedad, que son emociones de la vida cotidiana.
Entonces, resolviendo el problema y modificando algunos hábitos, las situaciones se acomodan y los síntomas van desapareciendo; en otros casos, el tiempo, la persistencia y la disfunción son factores que marcan la necesidad de iniciar un tratamiento farmacológico.
Entre el paciente y el médico se toma la decisión de qué es lo más adecuado a realizar. Cuando hay sospechas de un padecimiento psicológico, lo que se debe hacer es acudir con el médico de cabecera porque algunas causas asociadas a enfermedades mentales pueden tener un origen físico.