“Un día me dicen, el niño quiere hablar con usted; que pase, les conteste; es que viene en silla de ruedas; y cuando lo vi estaba en su silla vestido de parachico. Me quedé sin palabras, es algo que quebranta”, destacó el “patrón” de los parachicos, Guadalupe Rubisel Gómez Nigenda.
En la conferencia “Inclusión de los niños con capacidades diferentes, en las prácticas culturales de los parachicos” —llevada a cabo en el Museo Regional de Chiapas—, en primer momento, Gómez Nigenda comentó sobre la importancia de la inclusión en la raíz de la celebración chiapacorceña, a través de la leyenda de María de Angulo.
“Una dama extranjera acaudalada que llega a Chiapa de Corzo y que busca curar a su niño; estando en el pueblo llega a sus oídos que había curanderos importantes en esa región; ella ya había llevado su niño con médicos de la época.
“De mil maneras intentó curar a su chico, pero cuando se asienta en Chiapa ve como segunda salida (opción) a los curanderos o médicos tradicionales; en ese tiempo estaba mal visto por los españoles el uso de pócimas, rameadas y plantas, pero era lo que mejor funcionaba.
“Ese niño empieza el tratamiento y ella ve que el pueblo estaba en una completa hambruna, y promete que si su hijo se curaba iba a traer alimentos para combatir la pobreza; pasaron los días y su hijo mejoró. Ahí es donde ella manda a traer comida y semillas para darle al pueblo en agradecimiento.
“De tal manera que ella, con su hijo en brazos, caminó con un montón de personas vivientes que iban intentando hacer reír al niño, queriendo agradar para que este cambiara. En ese ánimo de tristeza por felicidad, iban haciendo muñecas, y así es como nace la Danza del Parachico, porque estaban queriendo hacer sentir bien al chico de María de Angulo.
“A un lado de estas personas estaban quienes llamamos hoy en día las chuntá, que eran sirvientes que empiezan a repartir todo lo que ella había ofrecido, pero como el pueblo estaba en completa hambruna, todos querían llevarse lo mejor; es ahí donde pone a unas personas pintadas, tiznadas, manchadas de algo como animales vivos, de tal manera que la gente tuviese miedo y se abriese camino para que pasara esa caravana, así es como nace el Abrecampo, otro personaje muy importante que sale y recordamos el día 22 de enero en la bajada de banderas.
“El nombre Parachico es porque ‘para el chico’ fue la salvación, ‘para el chico’ fue el ritual, ‘para el chico’ es nuestra tradición; debemos celebrar, entender y pensar el personaje clave, y la capacidad de hacer el pago de una mujer incansable por el rescate de su hijo”.
El patrón expuso que se busca implementar que el 4 de enero sea reconocido como un día dedicado a los niños en situación de discapacidad, pues sustenta que “incluir a estos niños es importante, porque un parachico no baila con los pies, baila con el corazón, baila por la fe, baila con el sentimiento y baila con el alma”.