Gabina del Carpio Pérez, madre de Ana Gabriela Pérez del Carpio de 32 años, presentó una denuncia pública por presunta negligencia, maltrato y corrupción en el Hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Bochil, donde su hija, quien padecía epilepsia, falleció el pasado 7 de abril de 2025.
En un relato desgarrador, Gabina especuló que al internar a su hija el 3 de abril, encontró al personal médico “drogado”. Aseguró que las enfermeras la regañaron y le prohibieron ver a su hija durante su internamiento, a pesar de que la paciente “estaba bien” al ingreso. “Nunca me quisieron dar permiso para ver a mi hija”, declaró.
La madre acusó que el personal médico solicitaba pagos diarios de mil pesos para medicamentos, sumiendo a la familia en deudas.
“Tuve que comprar todo para salvarle la vida... hasta tengo empeñada la escritura de mi casa”, afirmó. Además, denunció haber visto a una enfermera consumiendo drogas dentro del hospital, queja que, según ella, fue ignorada por el director y Trabajo Social.
El trágico desenlace llegó el 7 de abril, cuando trasladaron a Ana Gabriela al Hospital “Gómez Maza”, donde confirmaron su fallecimiento. Gabina responsabiliza al IMSS: “La anestesiaron demasiado. Le explotaron el cerebro, mijita”.
Gabina reveló un incidente ocurrido hace cuatro años, donde una enfermera le dijo a su hija “date un balazo mejor para que dejes de sufrir”. Conserva pruebas de este hecho.
La madre también denunció que los guardias del hospital exigían 100 pesos para permitirle el acceso, señalando específicamente a un guardia “gordito” que la trató “muy mal”.
“Creo que no existe nadie que haya incluso todavía pagado pena punitiva, como la ley lo exige”, señaló una de las acompañantes, citando casos similares contra mujeres indígenas.
“Quiero que cambien a médicos y enfermeras... si ya no quieren trabajar, que se vayan”, fue su llamado urgente, a la par exigió mejor equipamiento hospitalario para evitar traslados costosos a Tuxtla Gutiérrez y justicia para su hija, a quien describe como una mujer luchadora que sobrevivía lavando ropa para costear sus medicamentos.