El uso de comprobantes fiscales digitales por internet (CFDI) es obligatorio para documentar operaciones comerciales y cumplir con las disposiciones. Sin embargo, hay ciertos abusos que se cometen en función de estos, como la facturación apócrifa u operaciones simuladas.

Facturas

Néstor Gabriel López, contador público fiscalista, comentó que se les conoce como facturas electrónicas, que se generan y validan a través del sistema que provee el Servicio de Administración Tributaria (SAT). Estas se usan para cumplimiento fiscal, documentación legal, de impuestos y otros.

El reto principal que enfrentan las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) con los CFDI es conocer y cumplir las decenas de requisitos que se exigen para su emisión, cuando anteriormente el requisito era que el emisor supiera escribir y hacer una operación matemática.

Hoy en día, el personal que factura en una empresa tiene que estar bien capacitado, y ese es un gran reto, porque debe conocer varios datos, sistemas y plataformas, a fin de cumplir con lo que marca la ley en cuanto a la emisión de CFDI.

Jonathan Magaña, consultor fiscal digital, indicó que un error al emitir un comprobante o hacer mal uso de estos conlleva a una infracción económica, que incluye una suspensión temporal de los sellos digitales o un proceso de aclaración.

Enfatizó que hay algunos datos en los que se debe poner énfasis al elaborar un CFDI, como la clave del producto o servicio que corresponda, colocar el régimen fiscal y el uso que se le va dar, además del RFC, nombre del receptor; incluso, llegan a ser errores comunes.

El impacto de los CFDI en los costos de cumplimiento en México puede ser significativo, en razón de que las regulaciones fiscales y facultades de gestión de las autoridades tributarias cada vez son más rígidas.

Esto constituye una amenaza para la sostenibilidad y sustentabilidad económicas de las micro, pequeñas y medianas empresas, que aportan el 42 % del Producto Interno Bruto (PIB) y generan el 78 % del empleo nacional.