Víctor Palacio Martínez, Carlos Hugo Avendaño Arrazate y Alfredo Sandoval Esquívez, investigadores del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), hicieron un balance de la variación del mango zafiro, en la que han detectado un aumento de la producción de hasta 303 % de la media regional.

En la Costa-Soconusco se reconocen a 10 municipios por la denominación de origen de la variedad mango Ataulfo, con un rendimiento bajo de 4.0 a 7.5 toneladas por hectárea, lo que afecta la sostenibilidad en 25 mil hectáreas de esta variedad, la cual es reconocida por su gran calidad nutraceútica en el mercado internacional.

Los investigadores catalogaron a esta producción como de baja calidad, y en la cadena productor-acopiador-empacador-distribuidor, origina mermas de 30 a 50 por ciento en volumen de fruta exportable, lo que hace poco rentable dicha variedad.

En el estudio, el uso de zafiro y de la tecnología generada por el Inifap en manejo agronómico por los productores permite duplicar el rendimiento y mejorar la calidad del mango Ataulfo.

Mencionaron que el mango zafiro corresponde a un fenotipo sobresaliente de árboles de la variedad Ataulfo; su época de cosecha es de mediados de febrero a finales de mayo, con rendimiento a los 10 años de edad de 24 toneladas por hectárea, lo cual supera en 303 % la media regional, que es de 7.92 toneladas por hectárea en el Soconusco.

Palacio, Avendaño y Sandoval puntualizaron que el fruto es oblongo, verde cenizo en madurez fisiológica y cambia a dorado amarillo en la madurez de consumo; el peso promedio del fruto es de 266 gramos y tiene una conversión a pulpa del 75 por ciento.

En la región y a nivel nacional se tienen huertos con la edad superior a los 25 años con la variedad Ataulfo común, factibles de mejorar mediante cambio varietal por injerto de corona con la selección zafiro.