La Marcha de la Lealtad es uno de los acontecimientos más representativos dentro del Ejército Mexicano; recuerda, en la historia del país, una escolta que montaron los cadetes del Heroico Colegio Militar para cuidar al entonces presidente Francisco I. Madero. El propósito fue moverlo desde el Castillo de Chapultepec a Palacio Nacional. La orden se dio por la rebeldía que ocurrió de Manuel Mondragón, Bernardo Reyes y Félix Díaz, generales retirados.
Salvaguardar el país
Carlos Daniel García García, subteniente de Infantería del 20 Batallón de Infantería, que se ubica en el Campo Militar No. 31-C, El Sabino, relató que formar parte del Ejército Mexicano es saber que una de las obligaciones es salvaguardar a la población, aunque eso implique anteponer la vida para seguridad del país.
Es un honor, dijo, pertenecer a esta institución y fue el núcleo familiar uno de los principales motivos para ingresar, sobre todo ser un ejemplo para sus hermanos, “ellos se sienten orgullosos, principalmente mi madre”.
Acontecimiento
La Marcha de la Lealtad se remonta a un 9 de febrero de 1913. La rectitud en ese momento fue clave para garantizar la paz de las instituciones. Con ese gesto el Ejército Mexicano, a través del Colegio Militar, hizo historia en el país.
García García describe la lealtad que existe hacia el Colegio Militar (de donde es egresado). A lo largo de cuatro años llevó una formación en la que le inculcaron valores como el patriotismo, disciplina, honradez y abnegación.
Desde pequeño soñó con vestir el uniforme con ese verde característico, y con orgullo porta las insignias del batallón al que pertenece. Él porta un tocado que distingue su grado, además de los distintivos de unidad, botas, y su armamento individual que es una pistola.
García García es licenciado en Administración Militar, formación profesional que le permite tener un control del personal para dirigir las operaciones que se les asigne.
Formación
Desde que llegó al Colegio Militar le inculcaron la importancia que tiene la Marcha de la Lealtad. Para todo miembro egresado de este espacio, cada 9 de febrero es un honor recordar una fecha que ratifica la lealtad hacia las instituciones. “Aspiro a convertirme en un buen comandante; realmente me interesa adquirir los conocimientos, poder llegar a un grado de jefe”, remarcó frente al símbolo más importante en esta patria que es la bandera.