Margarita, Kenia y Ana, aliadas de la conservación

En el mundo de la conservación y desde cualquier ámbito profesional, las mujeres están jugando un papel indispensable, destacando en la gestión de recursos, revisión de proyectos comunitarios y hasta el análisis de los beneficios que dan los programas de subsidios; ejemplo de lo antes señalado, son aquellas profesionistas que laboran al interior de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).

Margarita Concepción Suárez Junco se encuentra a cargo de la Unidad de Conservación para el Desarrollo Sostenible en la Dirección Regional de la Conanp. Ella resaltó el papel que ahora tienen las mujeres en aquellos puestos que implican la toma de decisiones, algo que además se vuelve una tarea compleja cuando se combina con las labores del hogar.

Su función es clave: se deben coordinar los enlaces de las áreas naturales protegidas (ANP) que están relacionados con iniciativas para beneficiar a las comunidades. Ahí salen beneficiadas muchas mujeres.

La ingeniera en sistemas computacionales describe estos apoyos como algo esencial, debido a que los recursos se aterrizan en zonas con alta marginación. Asegura que ser madre y profesional no ha sido un impedimento para vigilar en campo el que las políticas públicas se implementen como así lo marcan las reglas de operación.

Además, comparte que su actividad profesional ha servido para inspirar a su hijo el amor por la naturaleza; una de las pasiones del menor se asocia con las aves. Salir a campo a supervisar proyectos y platicar con las comunidades —dijo— implica ausentarse del hogar, pero es algo que se puede entender también, puesto que se requiere de la parte económica.

Amor al trabajo y al hogar

Para Ana Mayrani Molina Samayoa, consultora del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), ahora las mujeres son las jefas de muchos espacios laborales. Ella revisa documentos para que las comunidades puedan acceder a ciertos apoyos a cambio de conservar el medio ambiente.

En la parte regional de la Conanp lleva alrededor de cinco años; también le ha tocado supervisar los proyectos en campo, y es ahí donde las labores profesionales son más complejas.

La vida en la etapa de madre cambia por completo, debido a que en muchas ocasiones las horas laborales terminan, pero siguen las que se asocian con el hogar, comentó.

Toda cambia, relató en su experiencia, cuando en casa sale un gesto de amor de parte de los hijos, pues esas actividades se hacen para garantizarles un mejor futuro.

“Como madres trabajadoras también es necesario que nuestros hijos vean que tenemos que salir adelante, para que ellos vengan en esa parte del aprendizaje. Yo me dedico a la conservación, quiero enseñar eso a mi hijo”, remarcó.

Los retos profesionales

Kenia Ahumada Casimiro se ubica en el área financiera, en la parte donde se hacen los pagos a proveedores y otros gastos. Hace 12 años llegó solo por un proyecto de tres meses, pero afortunadamente se dieron las oportunidades laborales.

A lo largo de ese tiempo ha observado el crecimiento que han tenido las mujeres en la parte profesional; antes ella viajaba con frecuencia hacia otros espacios para cumplir con la encomienda, aunque eso implicara desprenderse de forma temporal de sus hijos.

Ahora, relata que las funciones en la Conanp se realizan de lunes a viernes y tiene todo el fin de semana para dedicárselo a su familia, “no es que sea un sacrificio, sino por amor, compensando el tiempo”.

Continuó diciendo: “Yo siento que he tenido muchas oportunidades (...), se me ha apoyado, me siento feliz. Al menos aquí en mi departamento todas somos mujeres, todas nos vamos apoyando”.

Ahumada Casimiro resalta que atender la parte profesional y a su vez el hogar es algo complicado, mas las situaciones se van resolviendo por etapas, debido a que apoyar con la parte económica en casa deja una satisfacción mayor.