En días recientes, de forma arbitraria, delincuentes perpetraron el asalto en uno de los negocios de la empresaria chiapaneca Itzel Camas: con arma de fuego y palabras altisonantes, fueron dos los sujetos que irrumpieron en el establecimiento de venta de “alitas” en Tuxtla Gutiérrez y se llevaron seis mil 500 pesos en efectivo.
“Yo me puse hacia abajo, ‘muévete, dame las manos’; me pasa a tocar las nalgas y luego la bubi y luego: ‘¡pendeja, tus manos!’, el cuchillo acá”, relató con la voz entrecortada.
Los hechos se registraron después de las 11:28 de la noche; los individuos arribaron al lugar y también amenazaron a los comensales: los obligaron a tirarse al piso y cerraron el local de la empresaria.
“Amarra a este pendejo -al cliente-“, fueron las primeras palabras de los delincuentes; uno de ellos tenía el cañón del arma apuntando a todos, previo a cometer el atraco, así lo describió la afectada.
Camas narró que uno de los asaltantes le puso la pistola sobre la cabeza, la golpeó; posteriormente registraron todo el lugar, amarraron a las personas que estaban al interior del establecimiento y los delincuentes buscaron las llaves de un vehículo particular para llevárselo.
A la persona dueña del carro, dijo, la desnudaron porque las llaves no aparecerían, también le pusieron el arma de fuego y hasta un cuchillo en la yugular; “le digo: ¡ya por favor, déjenlo en paz!, llévense todo, llévense el carro, lo que ustedes quieran pero ya váyanse”, recordó.
Uno de los sujetos que llegó al lugar iba con un cubre bocas y el otro con el rostro descubierto; adicional al dinero en efectivo, también se llevaron celulares, tablets electrónicas, lentes y hasta una chaqueta.
“‘¡Cállate, pendeja!’ Y me da tres con la pistola. Ellos -los delincuentes- estaban muy alterados, muy nerviosos, demasiado agresivos, la verdad no dijimos nada”, rememoró.
Itzel Camas, propietaria del lugar y los comensales resultaron heridos por los golpes que fueron provocados con las armas de fuego. “Nunca me habían asaltado, yo los vi demasiados violentos”, añadió la afectada.
A nombre de quienes han sido víctimas de la delincuencia en la ciudad pidió -de forma respetuosa- que los representantes de las instancias gubernamentales de los tres órdenes de gobierno giren las instrucciones que sean necesarias para disminuir los índices delictivos.
Además, solicitó que su caso sea investigado debido a que en el asalto no solamente se puso en riesgo su patrimonio construido a lo largo de los años, también fue sustraído un vehículo de un cliente y la vida de los comensales se puso en peligro.
Los ciudadanos que le acompañaron pidieron que las instancias gubernamentales investiguen todos los casos, lleguen al fondo de los hechos y se someta al castigo que establece la ley a quienes, mediante acciones ilícitas, buscan dañar el patrimonio de familias que dan empleos.
“Mientras en Tuxtla Gutiérrez es evidente que el tema del robo en sus diferentes modalidades es una de las principales problemáticas, en San Cristóbal los delitos con una carga de género han aumentado; es necesario que los municipios implementen políticas públicas en materia de seguridad con base al comportamiento de la incidencia delictiva”, detalla el informe del Observatorio Ciudadano de Chiapas.












