Chiapas es uno de los tres estados donde habitan más serpientes venenosas, cuyos accidentes pueden ocurrir en caso de mordedura. Ante ello, el doctor Francisco Infante, del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), recomienda como una de las medidas prehospitalarias clave la confirmación de la identidad de la serpiente para que se suministre adecuadamente un antídoto en el hospital.
El académico presentó el seminario “La muerte puede esperar: Aspectos clave del tratamiento prehospitalario del accidente ofídico”.
Expuso que México tiene un registro de 442 especies de serpientes, ocupando el primer lugar a nivel mundial en diversidad. Los estados con mayor diversidad son: Oaxaca, con 140 especies; Chiapas, 100; y Veracruz, 96 especies. El 21 % del total nacional son de importancia médica, siendo estas la nauyaca y cascabel, las cuales pertenecen a la familia Viperidae, generando el 99 % de los accidentes en el país. El 1 % restante es por corales y mambas, integrantes de la familia Elapidae.
La mayoría de los accidentes que culminan en desenlaces fatales es en el sector de personas de escasos recursos económicos y quienes viven en zonas de alta marginación social.
Estas especies son inofensivas, pues atacan a hombres y mujeres en caso de sentirse amenazadas. Los principales actos de riesgo son captura para usarla como mascotas, contaminación ambiental que genera su movilidad, y la captura para usos en medicina tradicional.
Qué no hacer
Al ser mordido por una serpiente, lo principal es no aplicar malas técnicas, como los torniquetes, los cuales “han dado lugar a graves daños en los tejidos” y en algunos casos las víctimas “han sufrido amputaciones de sus extremidades”.
Tampoco deben usarse brebajes, jarabes, té, tequila o bebidas alcohólicas, ni aplicar cataplasma de plantas en las heridas; el uso de vendajes también podría complicar el tratamiento, matar a la serpiente y comer la bilis, es decir, podría resultar contraproducente.
Qué se debe hacer
“El antiveneno es el único remedio eficaz para neutralizar la acción del veneno de las serpientes; no existe ningún otro tratamiento, ni mucho menos curas milagrosas”, destacó el doctor.
Agregó que lo urgente es llevar al paciente al hospital, pues lo más importante es poner el antídoto. La atención prehospitalaria juega un papel vital para la víctima. Las medidas son: procurar que esta esté tranquila; se debe de confirmar que la mordedura fue legítima, es decir, que presente inflamación sistémica; se debe confirmar la identidad de la serpiente para ponerle un antiveneno que corresponda.