México, de los países con menor acceso al agua

De acuerdo con datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), México se ubica entre los países con menor disponibilidad de agua por habitante, la cual ha disminuido en los últimos 100 años: en 1910 cada habitante disponía de 31 mil metros cúbicos, mientras que para 2013 disminuyó a sólo 3 mil 983 metros cúbicos.

El investigador Francisco Domínguez Salazar comentó que en el país se aprovecha hasta el 70 % del agua extraída de 653 acuíferos, la cual satisface las necesidades de 75 millones de personas y se utiliza una tercera parte para el riego de la superficie agrícola.

Aun así, estos acuíferos son altamente vulnerables, de modo que su explotación puede tener efectos perjudiciales tales como el agotamiento de los manantiales, la desaparición de lagos y humedales, la pérdida de vegetación y la disminución de disponibilidad por la contaminación del agua.

La escasez, falta de disponibilidad y una creciente contaminación del agua en México, representan uno de los más serios retos que se deben enfrentar, no sólo por la magnitud que ello implica, sino porque hasta ahora no se han creado políticas públicas y un marco jurídico que asegure una visión ecosistémica de largo plazo.

En el contexto de un acelerado deterioro ambiental, incluyendo los efectos del cambio climático, nuestro país debe poner especial atención en la gestión de los recursos hídricos. Mejorar la gestión del agua requiere de un sólido conocimiento técnico y científico que permita dejar atrás una visión fragmentada y sectorial.

El agua subterránea, por ejemplo, es utilizada para el abastecimiento de agua potable, tanto en viviendas individuales como en aglomeraciones urbanas, en proyectos agropecuarios para riego y para uso animal, al igual que muchas industrias consumidoras de grandes cantidades de agua.

Uno de los aspectos que hace particularmente útil el agua subterránea para el consumo humano, es la menor contaminación a la que está sometida. Asimismo, la capacidad de filtración del suelo que la hace generalmente más pura que las aguas superficiales.

La utilización del agua subterránea ha venido incrementando en el mundo, y cada día gana importancia debido al agotamiento o no existencia de fuentes superficiales. Se estima que más de la mitad de la población mundial depende del agua subterránea como una fuente de agua potable.

La importancia del estudio del agua subterránea se debe a que es la principal fuente de agua potable en el mundo, sin embargo, se debe tener en cuenta el balance del ciclo hidrológico para su mejor aprovechamiento y conservación, así como las consecuencias ambientales y sociales de la explotación de los acuíferos.