Sandra Cuevas, investigadora del Centro de Investigaciones Multidisciplinarias sobre Chiapas y la Frontera Sur de la Universidad Nacional Autónoma de México (Cimsur-UNAM), hizo notar las modificaciones en la dinámica migratoria de la comunidad chiapaneca hacia ciudades del norte como Monterrey, Nuevo León.

Cuevas tras haber vivido unos años en Monterrey y comprender su dinámica social, ubicó que a un año de residir en la “ciudad de las montañas” (San Cristóbal de Las Casas), constató la diversificación de la migración indígena de Chiapas hacia Monterrey.

Relató un encuentro en la “Sultana del Norte”, un día de verano a más de 35 grados Celsius, con Josefina, mujer indígena originaria del municipio de San Juan Chamula.

“Era imposible no notarla porque llevaba su enredo de lana negra cardada. Ella reside en esta ciudad desde hace por lo menos cinco años y dice vivir más tranquila aquí que en Chiapas, de donde salió huyendo de la violencia doméstica. Sus hijos y otros miembros de su familia extensa se le han sumado poco a poco y ahora también viven aquí”, comentó.

Según Josefina, “cada día vienen más de Chiapas”, unos con planes de quedarse aquí indefinidamente, otros con la esperanza de cruzar al vecino país del norte en cuanto la oportunidad se presente.

La investigadora consideró importante seguirle la pista y dar continuidad a los trabajos realizados que ya hablaban de que la presencia indígena en la ciudad tiene rostro de mujer.

En particular, indagar cómo se materializa el proyecto multicultural en su fase extractivista en esta geografía particular, qué sujetos y espacios produce y/o cómo los reconfigura y, sobre todo, qué implicaciones tiene este proyecto en las vidas y los cuerpos de las mujeres indígenas urbanas.

Cuevas concluyó críticamente desde sus alcances y límites del proyecto multicultural, al decir: “(…) no solo no cuestiona su ímpetu colonial disfrazado de inclusión de la diversidad, sino que lo refuerza y reproduce a partir de los proyectos extractivistas que obligan a miles de indígenas a salir de sus territorios expoliados por la violencia, esa que parece no tener fin en este país de muerte“.