Migración debe tratarse como crisis humanitaria

La directora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas-Sureste), Carmen Fernández Casanueva, afirmó que el Estado mexicano debe de tratar el problema migratorio en la Frontera Sur como “una crisis humanitaria porque al negarla se están creando embudos en las ciudades”, ubicadas en la zona limítrofe.

“El fenómeno no es nuevo, pues se viene gestando desde hace mucho tiempo, aunque no era tan notorio porque era una migración clandestina y ahora al cambiar la estrategia y volverse visible, de repente se convierte en un problema, y entonces el actuar del Estado es a partir de una invasión que no lo es, sino que es un cambio de estrategia que tiene que reconocerse y tratarse como una crisis humanitaria”, agregó.

En entrevista señaló que, además, el problema “se está tratando de manera desarticulada y con poca lógica, muy de inmediatez, muchas veces abusando de los derechos humanos, deportando masivamente a personas que en su mayoría tendrían derecho a tener refugio; si no se reconoce que es una migración por causas de violencia, sobre todo en Centro América, no estamos hablando de las raíces del problema”.

En su opinión, la política del nuevo gobierno federal sobre migración “inició bien, pero el problema y la complejidad de lo que está pasando es mucho mayor; se les fue de las manos y han estado tomando decisiones inmediatas y desarticuladas, cambiando el timón de un momento a otro”.

Sostuvo que “se nota una crisis institucional, regresando a las políticas de los gobiernos anteriores, y aunque la intención era buena al inicio, con este nuevo fenómeno del éxodo centroamericano que les plantea retos que no han podido, no han querido o tenido voluntad política para asumir porque si lo asumieran como crisis humanitaria de manera oficial se podría acudir al poyo internacional y no generar estos embudos en las ciudades fronterizas”.

El sueño mexicano

Estuardo Juárez, de la Asociación Landa de Guatemala, dijo que muchos centroamericanos “ya no sólo piensan en el sueño americano sino en el sueño mexicano porque México les está dando muchas oportunidades que Estados Unidos no les da, como la regularización, opciones de trabajo y que puedan acceder a un servicio social, porque vemos que muchos huyen de sus países porque no hay medicamentos ni tratamientos, pero sí mucha violencia”.

Manifestó que en Honduras, El Salvador y Guatemala “la violencia es la misma: Las pandillas, crimen organizado y narcotráfico muy enraizados. Muchas personas se están negando a pertenecer a estos grupos, pero ya no matan a la persona sino a toda la familia. La gente sale con toda su familia”.

Ambos fueron entrevistados en esta ciudad, donde participan en una reunión titulada Diálogos Guatemala-México. Encuentro binacional de estudios sobre la frontera, cuyo objetivo es “provocar el diálogo y la discusión sobre la frontera, y una discusión y un diálogo binacional, que también se mire desde Guatemala y no sólo desde México, así como mostrar el trabajo que hemos estado haciendo en estos tres años”, según explicó Fernández Casanueva.