Un grupo de al menos 300 migrantes partieron de Tuxtla Gutiérrez con destino a Cintalapa, con el objetivo de continuar su camino hacia la frontera norte de México y así poder cruzar para llegar a los Estados Unidos de Norteamérica.
El objetivo de cumplir el denominado “sueño americano”, cada día suma más personas con una estancia indefinida en Tuxtla Gutiérrez y, con ello, en las oficinas administrativas del Instituto Nacional de Migración (INM), donde esperan los documentos que les permitan continuar hacia el norte del país.
Sin embargo, ante el cúmulo de personas, los papeleos burocráticos se rezagan, y ante eso la respuesta de los migrantes ha sido conformar al menos un par de caravanas para poder continuar.
El grupo que partió durante la mañana de Tuxtla Gutiérrez estuvo conformado por al menos 300 personas, incluyendo adultos, mujeres embarazadas, así como niños y niñas originarios de países como Venezuela, Guatemala, Haití, Cuba y otros países de la parte central y sur de América.
En el punto poniente de la ciudad, conocido como “La Pochota”, existe un retén de migración, y por lo tanto el grupo se detuvo unos instantes, debido a que personal del Instituto Nacional de Migración en coordinación con personal de la Guardia Nacional colocaron unidades automotrices para advertirles, de manera simbólica, que no podrían continuar con su camino; sin embargo, los representantes de las autoridades se vieron superados ampliamente en número.
En medio de una trifulca por la retención de uno de los integrantes del grupo se dieron algunos gritos en lo que los migrantes señalaron su exigencia de que se les permita continuar.
Después de algunos minutos de tensión, la situación se disipó, puesto que los migrantes optaron por agruparse de nueva cuenta y continuar su camino con dirección a Cintalapa. Sin embargo, las altas temperaturas que dominan en el estado los hicieron alentar su camino, por lo que se propusieron llegar al siguiente poblado en donde les fuera posible establecerse temporalmente para luego continuar en dirección norte.
Los rostros de los migrantes muestran señales de haber recorrido varios kilómetros bajo el sol, por lo tanto utilizan ropa que les proteja un poco de los rayos del astro rey, mientras caminan a la orilla de la supercarretera México, Tuxtla Gutiérrez.