De acuerdo al informe sobre trata de personas que realiza la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), las mujeres continúan siendo las más afectadas por este delito a nivel mundial, ya que por cada 10 víctimas detectadas, cinco eran mujeres y dos hombres.
Además señala que un tercio de las víctimas de trata son niñas y niños; la modalidad más común entre infantes es la explotación laboral.
El 50 por ciento de las víctimas detectadas fueron explotadas sexualmente, 38 por ciento con fines de explotación laboral. En menor medida, pero también se identifican matrimonios forzados y tráfico de órganos.
De los factores persistentes de los cuales se aprovechan los tratantes, está la necesidad económica en un 51 por ciento, mientras que el 20 por ciento que el niño o niña provenga de una familia en un entorno de violencia.
Las personas migrantes constituyen una parte importante de las víctimas detectadas en la mayoría de las regiones del mundo; tan sólo en América del Norte, el 25 por ciento de las víctimas de trata son migrantes.
Estos datos fueron compartidos por Mario Cordero, coordinador del Área contra la Trata de Personas de la Unodc, en el conservatorio “Miradas del sur: La trata de personas en el contexto migratorio”, organizado por la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH).
Indicó que la Unodc es guiada por varios instrumentos internacionales legales, y particularmente, es guardiana de la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Trasnacional.
Desde el 2007 la Oficina ha implementado proyectos regionales y nacionales para prevenir y combatir la trata de personas, asegurando que este tema esté posicionado en la agenda nacional tanto en México como a nivel regional.
La diferencia entre la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes radica en algunos aspectos clave: el primero es el consentimiento, mientras que el tráfico ilícito de migrantes supone consentimiento de los que son objeto, las víctimas de trata o nunca han dado su consentimiento o si lo han hecho está viciado, es decir, pierde toda validez por los medios que son empleados por los tratantes.
El segundo sería el carácter trasnacional, ya que el primero siempre implica el cruce de una frontera y el segundo puede ser de carácter interno; el tercero es la explotación, en el segundo siempre habrá una explotación o intención de ella, pero en el primero la relación entre el traficante y la persona objeto termina una vez que se cruza la frontera.
La trata de personas y la migración confluyen en varios sentidos; las rutas migratorias coinciden con las utilizadas por los grupos de la delincuencia organizada para la comisión de diversos delitos, incluyendo la trata.