Militares y ciudadanos estrechan lazos

Familias y militares convivieron durante el Paseo Dominical en las instalaciones del Campo Militar 31 C El Sabino, de 8:00 a 12:00 horas. Hubo deportes, música, juegos, exhibición de armas y hasta de animales. Lo que se busca es mayor contacto directo entre la ciudadanía y el Ejército.

Angelo, de cuatro años de edad, llegó emocionado. Regresó feliz a casa. “Quiero ser un soldado”, dijo desde que acarició un lanzacohetes y le explicaron el funcionamiento de un cañón.

A su lado Abisag, su hermana, de siete años, aunque no llegó a la misma conclusión que Angelo, disfrutó igual cada momento y se tomó fotos en cada unidad militar y con cada armamento.

Campo militar

Desde temprana hora de este domingo, decenas de familias arribaron al Campo Militar 31 C El Sabino, donde amablemente los soldados les dieron la bienvenida.

En la plaza principal ondeaba a toda asta la bandera nacional, con las palabras “La Patria es primero; 3er. Regimiento de Artillería”.

Camiones militares de todo tipo, así como cañones, lanza cohetes, lanza granadas, ametralladoras, fusiles, fueron exhibidos en la plaza. Los niños pudieron tocar, preguntar y tomarse la foto.

Angelo se sorprendió al ver de cerca el cañón y más al tocarlo y escuchar de un soldado cómo funciona. Sus ojos se iluminaron y exclamó: “¡Quiero ser un soldado!”

Metros adelante observó la ametralladora FX 05, capaz de hacer 850 disparos por minutos a distancias de 200 a 800 metros.

Abisag no resistió la tentación y tomó entre sus manos el lanzagranadas automático MK 19, de 40 mm, estrenada durante la guerra de Vietnam. Es capaz de disparar granadas de 40 mm con una cadencia de 325 a 375 disparos por minuto, con un alcance efectivo de mil 500 metros y un alcance máximo de 2 mil 212 metros.

En los alrededores había familias corriendo, caminando o montando bicicletas. En un área especial había brincolines para niños, resguardados por mujeres militares.

Un sitio imperdible fue la Casa del Jaguar. En espacios separados estaban Nova (macho) y Venus (hembra), dos ejemplares de que causaron sensación entre los visitantes.

Árboles de pino y ocote dieron sombra a los visitantes que desayunaran y comieron en familia. Tras cuatro horas de convivencia, aprendizaje y diversión, los invitados salieron uno a uno.

A la entrada del Campo Militar El Sabino hay un letrero que dice: “Intentan separarnos del pueblo, pero es imposible, porque basta ver la piel, los ojos y el corazón de un soldado para saber que es del pueblo, y que somos uno mismo”.

Efectivamente, el motivo de este paseo dominical abierto al público en general fue para que los visitantes disfrutaran del paseo ciclista, a trote o caminando, que pudieran apreciar el equipo y material con que cuenta el Instituto Armado, así como parte de las diversas actividades que realizan los integrantes del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos. Pero especialmente, que se estrecharan los lazos entre militares y ciudadanía, para recordar que todos somos uno mismo.