Antes de comprar una mochila escolar, Xóchitl, que tiene dos hijos, uno de 10 y una niña de 7, busca y compara precios por internet y posteriormente visita tiendas físicas para revisar los materiales.
“Cada vez duran menos, son de baja calidad, incluso las más famosas o las marcas reconocidas, y en cuanto a precios, no hay una disminución equiparable, algunas marcas hasta han incrementado mucho sus precios”, expuso la madre de familia.
Dice que la durabilidad depende de la marca y del manejo que le den sus hijos. Por ejemplo, a su hija de 7 años le cambia de mochila cada ciclo escolar, mientras que a su hijo mayor cada año o año y medio, “es más cuidadoso”. Xóchitl gastó mil 500 pesos en dos mochilas para sus hijos en este ciclo escolar.
En el caso de Laura, aunque solo tiene un hijo de 11 años, dijo que busca un producto que tenga las “3B: bueno, bonito y barato”; aunque lamentó que sea barata o cara, los materiales que utilizan para hacer mochilas son cada vez menos resistentes.
“A mi hijo le tardaron dos años las mochilas y ahora un año; creo que los fabricantes no son mexicanos porque de serlo, sabrían la cantidad de libros que nuestros hijos tienen que llevar a la escuela. Ahora prácticamente todo es desechable”, agregó Laura.
De acuerdo a la encargada de conocida papelería al poniente de la capital de Chiapas, las mochilas que más se venden son las que tienen dibujos animados o colores llamativos, “generalmente para niños pequeños que están entrando a la primaria llevan las de rueditas”.
Las ventas incrementan durante esta temporada y llegan a exhibir hasta cinco marcas con diferentes modelos. Pero algunos comercios no logran vender los productos, los guardan y cuando vuelven a ofrecerlos ya están deteriorados, lamentó.
Raúl Jiménez, gerente de otra papelería a una cuadra del mercado Juan Sabines, agregó que “nosotros hemos tratado de mantener los precios, incluso en algunas marcas manejamos ofertas hasta del 30 por ciento, porque sabemos que muchos no nos hemos recuperado económicamente de la pandemia”.
Las fuentes contactadas dijeron desconocer el informe de la Revista del Consumidor de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) que hizo un análisis sobre diferentes tipos y marcas de mochilas en México.
¿Desechables?
Este estudio de calidad aplicado a 21 modelos de 14 marcas de mochilas escolares detectó baja resistencia en tirantes de algunos de estos productos, que en la mayoría de los casos son de fabricación china.
Los siguientes modelos presentaron una desviación en su declaración de fibras, ya sea mayor o menor fibra de la indicada, o bien, es de otro tipo: Coolcapital, Chenson y On Deer Kagap.
Airpack, Fotorama, Norma, Ruz y Ticher, no resistieron a la abrasión, es decir, no completaron los cuatrocientos ciclos de frote de la prueba. Mientras que las marcas Bone, Monde Pell y U-Pac tuvieron un desempeño bajo en la prueba de resistencia de los tirantes.
Por el lado de la calidad de los cierres, Airpack, Bepasi, Bonne, Coolcapital, Ruz, U-Pac y Xtreme By Samsonite, no pasaron la prueba.
Novedades
El análisis hecho por el Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor también reportó que, en la actualidad, hay modelos novedosos que cuentan con cargadores USB o salida de auriculares, entre otros, aunque no destacó los modelos que cuentan con esos atributos.
Pero en impermeables mencionó los modelos de Bepasi, Bonne, Coolcapital, Monde Pell, Norma, On Deer, Chenson, Ruz, Fotorama, U-Pac, Xtreme By Samsonite. Y en las mochilas con ruedas reconoció a la marca Xtreme By Samsonite y Chenson.
Tomar en cuenta
Profeco comparó el precio de On Deer contra Chenson, de 350 y 800 pesos, respectivamente, y señaló que no porque el producto sea caro es lo mejor, pues ambas tienen buena calificación y fueron hechas en China.
Según el análisis, es importante tomar en cuenta el soporte que brindan para cargar los útiles escolares, la calidad, resistencia de los materiales y acabados del producto. También es necesario revisar los atributos de cada modelo, ya que pueden elevar el precio de venta.
Es necesario comprar en lugares establecidos, como en tiendas de autoservicio, departamentales o especializadas, y guardar el comprobante de pago en caso de que necesites hacer una aclaración.
Se debe revisar muy bien el producto, ya sea que se compre en un establecimiento o en línea, la persona debe asegurarse que la mochila no tenga defectos y que los cierres y broches sirvan correctamente.
La Profeco también recomendó en términos de sustentabilidad, considerar que al final de la vida útil de la mochila se pueden reutilizar las hebillas planas, los tirantes, los cierres y los compartimentos interiores para repuestos o nuevas creaciones.